Irritación en la Casa Blanca por unas declaraciones de Carter y Ford aconsejando el reconocimiento de la OLP

Estados Unidos reforzará su presencia militar en Egipto y Sudán, como primer paso para eliminair cualquier intento de intervención externa (Libia) en la zona. Por otra parte, los ex presidentes James Carter y Gerald Ford, de regreso de los funerales de Sadat, declararon que es necesario incluir a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en el proceso negociador en Oriente Próximo. Esta opinión ha caído muy mal en la Casa Blanca.

Llamándose mutuamente Jimmy y Jerry, Ios dos ex presidentes hablaron al grupo de periodistas que les acompañaba a bordo del avión presidencial puesto por Reagán a disposición de sus predecesores para representar a Estados Unidos en los actos fúnebres en memoria de Anuar el Sadat. "Pienso que no habrá avances diplomáticos sustanciales en Oriente Próximo hasta que no se acepte el papel de la OLP", dijo Jimmy Carter a los periodistas.Gerald Ford ratificó tal principio, recordando la condición previa de que la OLP reconozca al Estado de Israel y respete sus fronteras. "Muchos líderes de la OLP son moderados y aborrecen la violencia y el terrorismo", añadió por su parte Carter. Este aconsejó mecanismos simultáneos para que la OLP reconozca a Israel, y Tel Aviv y Washington respondan con el reconocimiento palestino como parte formal de las negociaciones de paz.

Vendaval político

Las opiniones de los dos ex presidentes hicieron el efecto de un vendaval político en medios de la Casa Blanca y el Departamento de Estado y contribuyeron a enfriar la entrevista entre Reagan y Carter, primera en la Casa Blanca desde la llegada al despacho oval del presidente republicano.

De inoportunas calificó Alexander Haig las declaraciones conjuntas de Ford y Carter. "Sobre todo, en un momento en que los dirigentes de la OLP festejan el asesinato de Anuar el Sadat", añadió lacónicamente el secretario de Estado norteamericano. Reafirmó que EE UU "no modificará su postura", es decir, rechazará la presencia de la OLP en la continuidad del proceso de paz de Camp David (nunca aceptado ni por la OLP ni por el resto de los países árabes), concluido en 1979 entre Estados Unidos, Egipto e Israel.

Por otra parte, Haig insistió en la prioridad norteamericana de garantizar la seguridad y la paz en Africa del Norte y Oriente Próximo. "Hemos enviado una delegación a Jartúm para discutir el rápido envío de equipos capaces de garantizar la seguridad a Sudán", dijo Haig a su regreso a Washington desde El Cairo, donde presidió la delegación estadounidense en los funerales de Sadat y donde conversó ampliamente con el virtual sucesor del presidente asesinado, Hosni Mubarak.

Estados Unidos llevará a cabo, como estaba previsto antes del atentado contra la vida de Sadat, una serie de maniobras en el desierto de Egipto a principios del próximo mes de noviembre. Será la segunda vez que fuerzas aerotransportadas de las unidades de despliegue rápido realizarán ejercicios conjuntos con militares egipcios.

Destaca también la decisión norteamericana de enviar a Egipto aviones B-52, con capacidad para transportar bombas nucleares.

Aunque en el Pentágono son discretos sobre el nuevo material militar para Egipto, se habla del posible envío de 400 carros de combate M-60, 50 cazabombarderos F-16 y decenas de misiles tierra-aire.