La resurrección de los viejos eslóganes pacifistas
"A los que participasteis en las marchas de Pascua, sacad las pancartas de los sótanos y las buhardillas, arrancadlas de las paredes y traedlas a Bonn. Los viejos lemas todavía tienen vigencia hoy día".Este llamamiento a los veteranos del movimiento pacifista en la República Federal de Alemania para acudir a la manifestación de ayer en Bonn demuestra que el pacifismo no es una moda actual en el país, sino que enlaza con una tradición reciente, surgida en los años cincuenta contra el rearme alemán, contra el estacionamiento de armas atómicas en el territorio de la RFA, y luego en los sesenta las marchas de Pascua y las manifestaciones contra la guerra de Vietnam.
La diferencia entre el movimiento de los cincuenta y el actual reside en la postura del Partido Socialdemócrata de Alemania (SDP) y los sindicatos. En los cincuenta, el SDP y los sindicatos fueron pioneros del pacifismo. El pacifismo actual en la RFA se ha abierto camino contra los sindicatos. También el sector gubernamental de la socialdemocracia se opone al pacifismo en su manifestación actual.
A principios de los años cincuenta, la policía llegó a matar a un joven que participaba en una manifestación pacifista, y el 17 de abril de 1958 se reunieron en Hamburgo 150.000 personas para protestar contra las armas atómicas. Bajo el impacto de los horrores de la segunda guerra mundial, muchos alemanes se opusieron al rearme.
En el pacifismo de los ochenta también juega un papel destacado la Iglesia evangélica.
El llamado doble acuerdo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), con la posibilidad ya palpable del estacionamiento de nuevas armas atómicas en el territorio de la RFA, dio el impulso definitivo al pacifismo de los años ochenta.
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