_
_
_
_
MAÑANA ENTIERRAN A SADAT

Los integristas musulmanes afirman, que proseguirán las "acciones armadas" contra el régimen egipcio

La tensa situación que vive Egipto puede desencadenar una ola de violencia, a raíz de la determinación de algunos grupos extremistas islámicos de iniciar hostigamientos contra las fuerzas de policía y del Ejército, en respuesta a los llamamientos hechos por el ex jefe de Estado-Mayor del Ejército egipcio general Sadedin Chazly.

Más información
Beguin asistirá a los funerales

Asyut, una localidad habitada, prácticamente a partes iguales, por la comunidad copta y musulmana, es considerada como la ciudad egipcia donde se iniciaron los enfrentamientos de carácter confesional, el pasado junio, que dieron origen a la decisión del fallecido rais de ordenar la detención de más de 1.500 personalidades de la oposición religiosa y laica.El régimen egipcio, desamparado en su dirección, pero relativamente reconfortado por la reacción de sorpresa e indiferencia de la población cairota, se enfrenta en provincias a un resurgimiento violento de la oposición religiosa, interesada en desbordar el estado actual de crisis para suscitar una contienda civil, partiendo de la conmoción creada por la represión contra los elementos religiosos.

"Todo no puede ser como antes", admiten, sin embargo, los medios de la oposición política egipcia, aunque al propio tiempo el descontento que manifiestan esos círculos reafirma la tesis esgrimida por el ministro de Defensa, general Abu Ghazala, en el sentido de considerar que los cuatro hombres del comando suicida que asesinó a Sadat sólo estarían relacionados con una franja activa del integrismo islámico y un sector muy limitado de la oficialidad egipcia (fuerzas del Ejército de Tierra), en contacto con la dirección

libia.

En las sedes de la oposición legalizada (izquierda no comunista, de Jaled Mohiedin, y sociolaboristas, de Ismail Chucri) el silencio es prácticamente de. rigor, en una reacción común de espera, que hace presagiar futuros instantes de gran actividad política. El futuro presidente de Egipto, Hosni Mubarak, es considerado por esa oposición como un personaje menos carismático que el fallecido rais, menos convencido de la necesidad de seguir negociando con Israel, una vez haya sido recuperado todo el Sinaí, como un hombre que desearía hacer reintegrar a Egipto a las filas del mundo árabe.

Ello explicaría el que esa oposición legal, a cuyo nacimiento contribuyó decisivamente Sadat, se haya unido en la práctica a los movimientos clandestinos (marxistas y partidarios del Frente Nacional del general Chazly) en lo que atañe a solicitar las tres condiciones básicas para autorizar a Mubarak a seguir adelante con las riendas del país: liberación inmediata de los prisioneros políticos, suspensión de la ley marcial y fin de las medidas de excepción.

A pesar de la tranquilidad aparente de la capital egipcia, los medios integristas entienden que ello sería la calma que anticipa una tempestad general, en la que el elemento determinante sería la participación de una parte de las fuerzas armadas en favor de los elementos religiosos que exigen un cambio radical de orientación política del régimen y entienden que no debe concederse reposo a los dirigentes actuales.

El candidato presidencial, Mubarak, declaró ayer que la situación de normalidad que vive el país justifica el que no se hayan puesto en práctica las medidas de excepción, y en otro gesto significativo, solicitó al vecino país de Libia que "no se aproveche de la dificil situación que vive Egipto". Esa moderación de Mubarak contrasta con los deseos expresados por la franja más combativa del integrismo islámico de seguir acelerando la desestabilización del país. En ese sentido, la Prensa gubernamental califica a los integristas de elementos "manipulados por la extrema derecha", silenciando toda referencia a la subversión exterior.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_