García Badell presenta su última novela

Acaba de presentarse en Zaragoza la novela ganadora del Premio Ciudad de Barbastro 1981, Sedetania libertada, de Gabriel García Badell, escritor de 44 años, nacido en Madrid, pero profundamente vinculado a Aragón, tanto por su origen oscense como por su residencia en Zaragoza y por el hecho de que suele ser esta ciudad el escenario habitual de sus obras.En 1968 apareció su primera novela, Las manos de mi padre, y desde entonces ha publicado trece más. De ellas, la más vendida -tres ediciones- fue De las armas a Montemolín, en 1969, que le valió un proceso del que saldría absuelto tras pagar una fianza de 100.000 pesetas. « Comparativamente», dice él, «es la mayor fianza que se ha puesto jamás a un escritor».

García Badell es el eterno finalista de premios. En cuatro ocasiones -una de ellas precisamente con De las armas a Montemolín- quedó primer finalista del Nadal, y el año pasado lo fue del Ciudad de Barbastro, que ahora, por fin, ha conseguido. El cree, sin embargo, que este hecho le perjudica porque, según explica, «un escritor tiene que ser un masoquista y un marginado; si un escritor triunfa en este país, es síntoma de que algo va mal». «Los premios», añade, «son una posibilidad de salir adelante, pero todo el mundo sabe cómo funcionan».

En cuanto a la novela ganadora, Sedetania libertada, su autor la califica de «inmoral, *escandalosa e indigna», explicando que es «inmoral» porque la moral viene de la costumbre y este libro es desacostumbrado, es creativo. « Lo de escandaloso lo dicen los demás», matiza, «que hablan de herejías y agravios a instituciones y empresas».

Considera García Badell que a su libro lo caracterizan asimismo rasgos como los de ser desmitificador, iconoclasta, pesimista, diabólico, ególatra y religioso, el ser, en suma, «una novela, de la condición humana», como él acostumbra a definir a su producción.