La Administración, desbordada ante el alcance del envenenamiento por aceite adulterado

Las autoridades sanitarias y otras instancias administrativas implicadas en el seguimiento de la intoxicación masiva por ingestión de aceite de colza adulterado están siendo desbordadas por la situación. Mientras ayer se daban a conocer tres nuevas marcas de aceites no aptos para el consumo -El Vareador, Jesús Gomariz y Jirafa-, el número de víctimas aumentaba con dos fallecimientos en Madrid. Al goteo continuo de muertos -ya se eleva la cifra a 142- se suma ahora el reconocimiento por parte de los directivos del Programa Nacional de Seguimiento del Síndrome Tóxico de que los afectados son 15.645 personas, cifra muy superior a las 11.000 admitidas anteriormente.

En las últimas veinticuatro horas fallecieron en Madrid dos mujeres jóvenes, de quince y trece años de edad respectivamente, que estaban ingresadas, una en el Hospital del Rey y la otra en la residencia La Paz. En toda España el número de hospitalizados es de 1.023 personas.El equipo del doctor Evangelista confesó ayer su incapacidad para determinar si se siguen produciendo todavía nuevos casos de intoxicación o si simplemente se trata de recaídas en la enfermedad. La esperanza que supuso hace apenas un mes el tratamiento de los pacientes con el fármaco polimivinil pirrolidona ha resultado frustrante, porque ya se ha podido determinar su ineficacia y su peligrosidad potencial. Por todo ello ha sido descartado.

La terapia de rehabilitación ha producido mejoras en algunos enfermos. según la doctora Encarnación Ramírez, pero sus palabras traslucían cierto pesimismo al calificar estas mejoras como «regresiones de la enfermedad». A los directivos del programa, que comparecieron en conferencia de Prensa, les parece inalterable el juicio expresado en el Libro Blanco de que la intoxicación origina «lesiones crónicas», cuyo desarrollo y evolución es imprevisible.

Precisamente por esto y por el desconocimiento que se tiene de la naturaleza misma de la enfermedad es imposible anticipar cifras de posibles víctimas mortales. Para el doctor Evangelista carecen de validez y son meras especulaciones las informaciones que en este sentido han facilitado algunos medios de Prensa recientemente.

El cuadro clínico de la enfermedad se ha ido modificando. En una primera fase se presentaron problemas respiratorios y vasculares; en la segunda, dolores musculares, y en la tercera, aumento de esos dolores con lesiones objetivas. El cuadro actual se presenta ahora principalmente como neuromuscular, con manifestaciones respiratorias y en la piel.

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