El general Pinochet se siente identificado con la reciente encíclica

El general Pinochet declara haberse leído la encíclica social de Juan Pablo II Laborem exercens. Su conclusión, tras una primera lectura, ha sido: «Mi general, usted lo está haciendo muy bien». El general Pinochet, que hacía estas declaraciones con ocasión de una reunión sindical celebrada en Santiago, ha precisado, sin embargo, «que el Gobierno no podía satisfacer todas las reivindicaciones de los trabajadores».La reacción se asemeja a la declaración del general Franco a propósito de la Maler et magistra de Juan XXIII: «En España llevamos veinte años practicándola».

También estaba presente el ministro del Interior, Sergio Fernández, quien dirigiéndose a la Coordinadora Sindical Nacional (CSN), cuyos dirigentes están encarcelados desde hace dos meses, dijo «que no toleraría la manipulación sindical por los marxistas».

Alfredo Reichlin, director de L'Unitá, órgano oficial del Partido Comunista italiano, escribe en su editorial: «Uno respira leyendo esta encíclica del Papa». «Nada más lejos de nuestro ánimo que apropiarnos de la nueva encíclica», añadía, «pero semejante texto no puede dejar indiferentes a los comunistas». Tiene razón el Papa en arrancar de los hechos, de tal suerte que los Juicios ulteriores no vengan impuestos por consideraciones teológicas, sino por el análisis de la realidad. «En ciertos momentos», escribe L'Unitá, « la encíclica se aproxima y hasta cruza nuestra propia reflexión». De entre todas las expresiones, señala su crítica al capitalismo.

El diario alemán Frankfúrter Allgemeine Zeitung escribe: «Tras la encíclica Laborem exercens nadie osará con rigor intelectual una opción irreconciliable entre capital y trabajo». Sin embargo, invita a los católicos a seguir reflexionando, ya que muchos puntos siguen oscuros, como la pretensión del pleno empleo en una sociedad que con poco trabajo permite técnicamente que se produzcan bienes para todos.