Gijón, gran puerto importador de carbones, según el MOPU

El MOPU (Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo) ha optado claramente en favor de Gijón para convertirle en el gran puerto importador de carbones del Cantábrico al promover la constitución de Promusel, sociedad que estudia el montaje y explotación de las instalaciones de descarga, aseguraron a EL PAIS en Asturias fuentes autorizadas del citado Ministerio.La Administración garantiza a través de la Junta del Puerto, agregan, la puesta en marcha de las citadas instalaciones, con la participación que es necesaria en Promusel, sociedad en la que es igualmente significativa la presencia de Carboex, empresa pública importadora de carbones. Estas son las notas diferenciales básicas, argumentan, con respecto a Bilbao, puerto en el que el MOPU se limitó a sumarse a una iniciativa ajena. En cualquier caso, las mismas fuentes consideran coherentes las declaraciones hechas en Bilbao por Pascual Pery, director general de Puertos, según las cuales no habrá decreto alguno que designe oficialmente a Gijón como puerto carbonero, puesto que en última instancia quien debe decidir es la ley de la oferta y la demanda y no el BOE. Pese a ello, algunas fuerzas políticas gijonesas y medios informativos han acusado a Pascual Pery de acomodar sus declaraciones al escenario en el que las pronuncia.

Las organizaciones gijoiiesas de los partidos parlamentarios se revelaron contra el acuerdo de sus direcciones regionales, favorables a la coordinación de los puertos asturianos. La principal oposición parte del presidente de la Junta del Puerto, Luis Adaro; del alcalde, José Manuel Palacio (PSOE) y de la dirección local de UCD.

El comité ejecutivo regional de UCD acordó, en su última reunión, defender la política del Gobierno al respecto, mientras que destacados socialistas asturianos, como el diputado Pedro de Silva y el alcalde de Avilés, Manuel Ponga, se niostraron nítidamente partidarios de la coordinación efectiva de los dos puertos. Por su parte, el titular del MOPU, Luis Ortíz, está decidido a cesar a Luis Adaro.

Pedro de Silva sostiene que la negativa a la coordinación portuaria es impulsada por la oligarquía gijonesa, vinculada a los consignatarios y navieros, que pretenden mantener a El Musel como un feudo propio.