Haig acusa a la Unión Soviética y sus aliados de emplear armas químicas en el Sureste asiático
Unas 50.000 personas participaron el domingo, en Berlín Oeste, en una manifestación contra el secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig, quien, en un discurso pronunciado en la antigua capital alemana, acusó a la Unión Soviética y sus aliados de emplear armas químicas en Laos, Camboya y Afganistán. Haig, aseguró que, a pesar de la atención internacional sobre el problema y la creación de una comisión de las Naciones Unidas, Washington tiene pruebas palpables de que en el sureste asiático se han empleado tres potentes micotoxinas, sustancias venenosas que existen en esa región y que son altamente nocivas para animales y personas.
El secretario de Estado norteamericano añadió que "el empleo de tales toxinas en la guerra está prohibido por el protocolo de Ginebra de 1952 y por leyes similares del derecho internacional. Haig anunció que se van a tomar medidas para asegurar que tales pruebas lleguen a conocimiento de otros Estados y también del secretario general de la ONU y del grupo de expertos encargado de investigar el caso. Nuevas informaciones sobre este tema de la guerra química serán dadas a conocer en Washington próximamente, añadió. Alexander Haig no excluyó la posibilidad de una opción cero, consistente en no estacionar nuevos cohetes nucleares de alcance medio en Europa, si se diesen condiciones ideales.
Berlín Oeste fue escenario el domingo pasado de una de las manifestaciones más masivas y sangrientas de los últimos años. Después de que finalizase pacíficamente la manifestación contra Haig, un grupo de unos mil manifestantes intentó romper el cordón policial que protegía al Ayuntamiento berlinés.
Ardieron coches, hubo saqueos de comercios y la policía da una cifra de 151 policías heridos y unos ochenta manifestantes, aunque se habla de que éstos tenían organizados sus propios servicios sanitarios, con ambulancias para recoger sus heridos.
Ante la puerta de Brandemburgo fue detenido un veterano del 68, el antiguo miembro de la comuna berlinesa y militante del grupo terrorista Movimiento 2 de Junio, Fritz Teufel, que intentaba depositar en aquel lugar una caja de cartón, que, según pudo constatar la policía, estaba llena de excrementos.
Los manifestantes, que agrupaban un amplio frente desde los pacifistas y ecologistas hasta los comunistas de orientación moscovita, quemaron banderas norteamericanas, también una soviética y agitaron pancartas con textos como "Mister Haig, no hay nada más importante que la paz" o "Haig, lárgate".
La manifestación contra Hall en Berlín Oeste adquiere una significación especial en la ciudad donde los norteamericanos estar considerados como garantía de la libertad y salvadores en las difíciles crisis del pasado.
Más de 7.000 policías mantuvieron a Haig en Berlín Oeste completamente aislado de la población. Las medidas de seguridad convirtieron el recorrido del secretario de Estado norteamericano el un paseo por una ciudad que pare cía desierta.
En un hotel berlinés, Haig pronunció un discurso en el que afirmó la voluntad norteamericana de asegurar la libertad de la ciudad, , puso como contraste la situación al otro lado del muro: "El Berlín libre es una isla de libertad en me dio de totalitarismo. A este lado del muro hay libertad de Prensa, al otro lado, ninguna".
El secretario de Estado norte americano acentuó la necesidad de defenderse.
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