El espionaje soviético manipuló a la CIA y al FBI

Por espacio de casi veinte años, la Agencía Central de Inteligencia (CIA) y el Buró Federal de Investigación (FBI), de Estados Unidos, han sido manipulados por contraespías al servicio del Comité de Seguridad del Estado (KGB), el organismo de seguridad y espionaje de la Unión Soviética. Tal es la conclusión que arroja un artículo que aparecerá en la edición del mes de octubre de la revista Selecciones del Reader's Digest, escrito por su corresponsal Henry Hurt, en el que se anotan revelaciones sobre la forma en que el KGB ha logrado manipular a las dos agencias de seguridad norteamericanas.

De acuerdo con el criterio de funcionarios del espionaje estadounidense, asegura Hurt, Yuri Ivanovich Nosenko (un desertor soviético actualmente contratado por la CIA) es, en realidad, un agente doble al servicio del KGB.

Un portavoz de la Agencia declinó el jueves hacer comentarios en torno al artículo que publicará la citada revista, indicando que la CIA mantiene su declaración emitida hace tres años, para disipar las dudas en torno al desertor.

En esa declaración, del 21 de septiembre de 1978, la agencia de, espionaje describe a Nosenko como "un ciudadano norteamericano bien adaptado (a la vida del país), que es utilizado como consejero por la CIA, y que «presta unavaliosa contribución a nuestro trabajo".

El FBI, por su parte, eludió comentar estas revelaciones de que fueron engañados por su informante soviético, conocido con el nombre clave de Fedora.

Este informante soviético, aseguró The Washington Post, propició en 1971 la creación del equipo de "fontaneros" en la Casa Blanca, entonces bajo la administración de Richard Nixon, que posteriormente fue el grupo clandestino responsable por el escándalo del Watergate, que culminó con la dimisión del presidente en 1974.

El intrincado relato de manipulación soviética de los servicios de seguridad y espionaje de Estados Unidos se inicia en 1962, cuando Nosenko se ofreció a la CIA para realizar labores de espionaje.

Nosenko accedió a desertar a Estados Unidos en 1964, después de haber asegurado por espacio de dos años que permanecería en la Unión Soviética. Pero en 1964 Nosenko dijo a sus contactos norteamericanos en Ginebra (Suiza) que estaba dispuesto a desertar a Estados Unidos, después de que recibiera un cable desde Moscú ordenándole regresar a su país y, al parecer, temeroso de que sus relaciones con la CIA hubiesen sido descubiertas por el KGB.

La existencia de tal cable fue confirmada por Fedora al FBI, así como también el supuesto grado de teniente coronel que Nosenko tenía en el KGB.

Pero, tras interrogatórios exhaustivos por parte de especialistas de la CIA, Nosenko admitió, finalmente, que no había sido sino un capitán en el KGB, y que había exagerado su importancia para lograr el reconocimiento norteamericano. Nosenko fue encarcelado a raíz de las inconsistencias de su relato, pero fue finalmente rehabilitado en 1968, cuando la CIA le contrató como consejero.

En la actualidad, Nosenko tiene una nueva identidad provista por el Gobierno norteamericano, además de la ciudadanía, una casa y un salario de 50.000 dólares como asesor.