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Reportaje:

El pueblo checoslovaco vivía confiado en el mes de agosto de 1968

Praga, 9 de agosto. Suelen calificarle como un especialista en polémicas con la Unión Soviética: Jan Procházka, novelista, vicepresidente del Sindicato de Escritores, del partido comunista. Como el Gobierno acaba de recomendar que se moderen las críticas, le pregunto si piensa cambiar de tono."No, no tengo la intención. Conviene recordar que estos conflictos, en concreto con la Unión Soviética, han surgido porque los principios del socialismo aquí Son diferentes a los de ellos".

Quiere dar la impresión de que para él no hay tabúes. Aprovecho:

Pregunta. Aunque sea teóricamente, ¿podría usted imaginar, llegado el caso, que Checoslovaquia se retirara del Pacto de Varsovia?

Respuesta. Mire, el mundo, desgraciadamente, está dominado por dos países. No tenemos interés en provocar escándalos internacionales. Queremos, sin embargo, organizar nuestros asuntos de acuerdo con nuestros propios criterios.

Es necesario acostumbrarse a vivir con problemas. Moscú tiene buena voluntad y comprende que algo nuevo pasa en el mundo. Las conversaciones entre checoslovacos y soviéticos en Bratislava y Cierna vienen a confirmar esto.

P. Y una oposición legal, totalmente al margen del partido comunista, ¿sería aceptable?

R. Lo único que sabemos con absoluta certeza es que el futuro tiene que ser diferente al pasado. Hoy no existe esa otra fuerza que podría gobernar el país: sólo el partido comunista puede garantizar la paz y la seguridad. La presencia de una oposición depende, pues, de que el partido comunista decida cambiar la forma de gobierno o de que la sociedad exija un cambio en ese sentido. Personalmente, pienso que sería aceptable una oposición dentro de una sociedad dirigida por comunistas.

P. Supongo que la tacharán de revisionista.

R. No me importa... Es la vida, al cambiar, lo que hace necesario revisar nuestros puntos de vista.

El tema de quiénes son, en estos momentos, los mejores aliados de Praga no pareció ofrecerle dudas.

"Rumania y Yugoslavia, entre los países socialistas. En Europa occidental, el Partido Comunista italiano y, en menor medida, los franceses. En cualquier caso, tenemos que aceptar las críticas y los elogios con reservas. La verdad es que, para cada uno, lo primero son los problemas que directamente le afectan. ( ... ) Aquí, durante muchos años, casi nadie ha hablado de nacionalismo. Esta preocupación no ha empezado a despertarse más que en los últimos tiempos. Y ahora resulta que el partido comunista está recibiendo un gran número de adhesiones, precisamente por defender intereses nacionales".

Las adhesiones a la independencia nacional me movieron a preguntarle qué opinaba sobre el presidente De Gaulle.

"A mí no me gustan las grandes potencias mundiales. Se parecen a los elefantes de carne y hueso, no a los de porcelana. Los elefantes sólo ven a los elefantes. Para una oveja es imposible convivir con un elefante. No estoy encantado con algunos aspectos de la política francesa. Sin embargo, el presidente De Gaulle tiene la sensación de que lo mejor para el mundo es entregarse a la voluntad de Francia. Además es un hombre que lee, lo cual contribuye a fomentar el sentido del humor".

En el palacio arzobispal

Praga, 12 de agosto. A las once de la mañana, en el palacio arzobispal. Me comunicaron que fuera solo, sin intérprete. Frantisek Tomasek acumula las funciones de obispo y administrador apostólico. Luce esa actividad -mejor, combatividad- propia de los prelados del Este. Duro Físicamente hablando, firme, paciente. En seguida hace un resumen de la situación: "Desde enero (1968) podemos hablar y escribir libremente. ( ... ) La Iglesia católica en Checoslovaquia tiene trece diócesis, siete de las cuales están sin obispo, a cargo del vicario capitular. Seminarios no tenemos más que tres; a partir de este año podrá entrar todo el que quiera porque se ha suprimido el numerus clausus... La educación religiosa de los niños es una materia optativa: son los padres quienes tienen que dar el nombre de sus hijos si quieren que reciban estas clases...".

Después se refiere a la "Prensa católica: un diario (Lidová Demokracie), un semanario (Katolice Noviny) y una publicación para el clero (Via). Concede gran importancia también al partido formado en su mayoría por católicos y que está integrado en el régimen (el partido popular).

A pesar de todo, desde el punto de vista ideológico, no cree que haya posibilidad de entendimiento con el marxismo. Y subraya: "Unicamente cabe una coexistencia pacífica. Pero en materia social y económica sí es posible y hasta necesaria la colaboración. Todos debemos contribuir a una sociedad mejor, más libre".

Para ayudar a su pronunciación en francés, Tomasek escribe en un papel lo que más le interesa de sus respuestas. Cuando suena el teléfono, él mismo se levanta y va a coger el aparato, que está al otro extremo de la habitación. Lo más próximo a un prelado en un país socialista debe de ser un obispo de Estados Unidos. Al volverse a sentar, continúa: "Nosotros vamos a hacer todo lo posible, prestando nuestra colaboración a las autoridades, a fin de mejorar la situación económica, que no es buena...".

Tras preguntarme si quería saber algo más, él mismo sintetiza por orden de prioridades: "Lo primero es cubrir las sedes vacantes. ( ... ) Aquí no existe separación entre la Iglesia y el Estado, pese a que el Gobierno se declara ateo. Los sacerdotes recibimos una asignación económica oficial. Yo estimo que es mejor la separación porque así. todos tendríamos más libertad. Pero este proyecto no está todavía suficientemente maduro. ( ... ) Esperamos que en el futuro se restablezcan las relaciones diplomáticas con la Santa Sede, igual que en Yugoslavia. ( ... ) Nuestros principios son lealtad y libertad. Lealtad como ciudadanos para no ir nunca contra el bien común: libertad para que la Iglesia pueda cumplir su misión".

Reflexiona al margen de un sentido normal del tiempo. Por ejemplo, a propósito de la época en que fue detenido, se limitó a quitarle importancia de la siguiente manera: "Tres años de cárcel son poco tiempo". Sabe que nada contra corriente ("la Iglesia en Checoslovaquia es pobre porque le fueron expropiados sus bienes"), pero esta circunstancia le estimula.

El teniente coronel "Zatopec"

Praga, 14 de agosto. Emil Zatopec se acordaba de San Sebastián (Lasarte), donde participó en una carrera de campo a través. Alejado ya de la competición continúa practicando. Dice que, en vez de andar, suele ir a los sitios corriendo. Es una de las celebridades del país. Probablemente, el único atleta checoslovaco que ha ganado tres medallas de oro en los Juegos Olímpicos. Tiene el grado de teniente coronel; está destinado en el Ministerio de Defensa. Se considera un "espectador de la política", aunque al firmar el manifiesto de las 2.000 palabras se haya significado en favor de las reformas.

Había estado recientemente en la URSS con una delegación encabezada por Smrkovsky (presidente del Parlamento). El objetivo, por lo visto, era explicar los cambios ocurridos en Praga. Durante la gira, en algún mitin, llegaron a llamarles "traidores" y "contrarrevolucionarios". Según contó, Smrkovsky se defendió diciendo que él no era ningún traidor, pues había luchado siempre por asegurar el papel dirigente del partido comunista. Zatopec cree que Checoslovaquia puede convertirse en el primer Estado socialista que disfrute de plenas libertades, y esto, añade, "debería ser motivo de satisfacción para los rusos".

Le coloco más o menos las preguntas de ritual. Contesta en una especie de "cubano": "Hemos estado mucho tiempo dedicados a ayudar a los países subdesarrollados, Argelia, Cuba, Indonesia..., olvidándonos de nuestro propio país. Mientras Alemania se ha reconstituido, nosotros seguimos con las mismas calles de hace veinte años". En el plano internacional, curiosamente, hace mayor hincapié en la diferencia entre "ricos" y "pobres" que en el antagonismo de bloques: "Hoy, la contradicción entre países desarrollados y subdesarrollados es mayor que la que existe entre socialistas y capitalistas. ( ... ) Ayudar con armas a los países subdesarrollados es como preparar su funeral. Una guerra que cueste miles de millones hunde a estos pueblos... También nosotros estuvimos a punto de¡ colapso por dedicarnos a la producción de armamento".

Habla con ese tono humanista de los que piensan que la razón y el buen sentido acabarán corrigiendo los errores y excesos del pasado: "Checoslovaquia ha sido como la retaguardia: sin ser tan peligroso como el frente, resultaba que era mucho más arriesgado para las personas que no estaban de acuerdo, pues tenían que ser liquidadas. ( ... ) No se puede hacer del odio un principio permanente. Las revoluciones suelen terminar en odio, si no se piensa evitarlo...

En el fondo, es un optimista que intenta no perder la noción de la realidad: "Desde enero han cambiado muchas cosas, pero antes también se evolucionaba, aunque más lentamente... En el campo socialista hay ideas viejas. Fue Dubcek quien dijo que si queríamos vivir", y pone un énfasis especial en la palabra "vivir", "había que terminar con la vieja política. Yo creo que pretende conducirnos hacia un socialismo de rostro humano, pero a pasos cortos".

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