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ASTURIAS

Los vecinos de Avilés se manifiestan contra la alta contaminación de tres fábricas

Los vecinos de Corugedo (Valliniello), una de las zonas avilesinas más afectadas por la contaminación, protagonizaron en los últimos días diversas movilizaciones para protestar ante las autoridades municipales por la alarmante subida de los niveles de contaminación, que, en ocasiones, superan en sesenta veces los máximos tolerados por la legislación vigente. Algunos días aparecieron nubes de polvo debido a las desfavorables condiciones climáticas, que no favorecian la dispersión. Los vecinos cortaron el tráfico, salieron de sus domicilios y un grupo de ellos pasó una de las noches en la jefatura de la Policía Municipal.

La zona de Valliniello se ve afectada por tres focos contaminantes principales: Productos Dolomíticos, Ensidesa y Enfersa. El Ayuntamiento avilesino, de mayoría de izquierda, se reunirá con los afectados para conocer con exactitud el alcance de sus reivindicaciones, consistente en una póliza de seguro de vida valorada en tres millones de pesetas por persona que habite en las proximidades de Enfersa; la presencia de un guardia nocturno para detectar las posibles anomalías y avisar inmediatamente a los vecinos para que puedan abandonar sus viviendas; la indemnización a cada miembro de unidades familiares con 300.000 pesetas por cada año vivido bajo los efectos contaminantes, y el pago a los dueños de las tierras labradas del equivalente a veinticinco años de cargas fiscales como indemnización por las cosechas perdidas por la contaminación.Éstas peticiones fueron calificadas inicialmente como "irracionales e indefendibles" por el alcalde, Manuel Ponga, del PSOE.

Por otra parte, el cierre de la fábrica de harinas de pescado Alfa, decretado por el Ayuntamiento como consecuencia de los sucesivos retrasos en la aplicación de las medidas anticontaminantes exigidas por la legislación vigente, tiene enfrentada a la Corporación municipal avilesina y a los pescadores, que el jueves de la semana pasada arrojaron quince toneladas de sardinas en la carretera de la ría, impidiendo el tráfico por ella durante casi todo el día. Clemente Jesús Muñiz Guardado, presidente de la Cofradía de Pescadores de Avilés, responsabilizó al Ayuntamiento de la situación creada por haber clausurado la fábrica Alfa, empresa a la que se vende el pescado no subastado en la rula, mientras que Manuel Ponga estima que la acción de los pescadores responde a una de tantas medidas de presión ejercidas por la dirección de Alfa, empeñada en eludir, agrega, la aplicación de las medidas correctoras exigidas por sendas sentencias de la Audiencia Territorial de Asturias y del Tribunal Supremo.

Política municipal contra la contaminación

El alcalde de Avilés ordenó el cierre de Alfa (véase EL PAIS del 3 de junio) por la expulsión al aire de fuertes cantidades de trimetalmina, sustancia productora de olores insoportables. Esta medida, junto con la multa a Productos Dolomíticos, se inscribe en la firme política de la Alcaldía, dirigida a reducir la elevada contaminación de Avilés.El Consejo de Ministros declaró el Municipio de Avilés «zona de atmósfera contaminada» el pasado mes de enero, después de haber sido solicitada tal calificación de forma insistente por los vecinos afectados durante los últimos tres años.

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