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Varias organizaciones de agricultores españoles piden el boicoteo al consumo de productos franceses

Varias organizaciones de agricultores españoles pidieron ayer el boicoteo al consumo de productos franceses. Han anunciado que, de continuar las agresiones contra los camiones con productos agrícolas españoles, se podrían tomar medidas de represalia del mismo calibre. Por otra parte, la guerra del vino declarada por los viticultores franceses a los caldos italianos se ha enfriado en las últimas horas, tras la promesa del primer ministro galo, Pierre Mauroy, de proteger la producción nacional y limitar las importaciones. El Gobierno italiano considera esto contrario al principio de libre comercio que dio origen a la Comunidad Económica.

Los viticultores franceses renunciaron ayer a «acciones directas contra las importaciones» de vino italiano, después de la promesa formulada por el primer ministro, Pierre Mauroy, de limitar las importaciones y proteger la producción nacional.Pierre Mauroy, asimismo, aseguró: «No cerraremos las fronteras, pero el vino italiano actualmente retenido en cinco barcos en el puerto mediterráneo de Sete (Francia) no será vendido en el mercado francés».

El jefe del Gobierno, por otra parte, reiteró que Francia es «partidaria de una transformación profunda de los reglamentos comunitarios» sobre importaciones de productos agrícolas, lo que podría desdibujar, según algunos observadores, el fundamento de la CEE, es decir, el libre comercio. La intención francesa de modificar los mencionados reglamentos retrasaría aún más la incorporación de España a la Comunidad, por la postura del Gobierno francés de negociar la adhesión en materia agrícola cuando los problemas internos de los diez en este capítulo hayan sido resueltos.

Al mismo tiempo, el Gobierno italiano ha pedido formalmente a las autoridades de la CEE que intervengan para evitar que los agricultores franceses impidan la entrada de vinos italianos en su país. El embajador italiano acreditado ante la Comunidad, Renato Ruggiero, fundamentó su petición en el principio de libre circulación de productos.

Un portavoz de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la CEE, señaló ayer que representantes de los Gobiernos francés e italiano y de la propia Comisión Europea se reunirán al comienzo de la próxima semana en Bruselas para examinar la situación del Mercado del vino. Asimismo, informó que los diez tienen previsto revisar antes de que acabe este año el reglamento vitivinícola comunitario, para evitar que en el futuro se repitan incidentes entre los países miembros.

La guerra del vino alcanzó su cota más virulenta el pasado lunes, después de que viticultores franceses desparramaran por la carretera 20.000 hectolitros de vino rosado procedente de Sicilia y vertieran posteriormente fue en el camión cisterna que los transportaba. Horas antes, otro comando de viticultores destruyó, por error, 10.000 hectolitros de vino procedentes de Argelia, propiedad de una sociedad francesa.

Represalias españolas

La Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos (Cenag) de la cuenca del Duero ha recomendado «a todos los comerciantes de la cuenca del Duero que retiren de sus escaparates los productos importados de Francia, en evitación de males mayores», según informa desde Valladolid Rafael González Yáñez.En una conferencia de Prensa celebrada en la mencionada localidad, los representantes de la Cenag anunciaron también la posibilidad de que sean tomadas medidas de represalia contra los transportes de leche francesa que cruzan Castilla y León con destino a Portugal, «en caso de que continúen las agresiones de los agricultores franceses a los camiones con productos agrícolas españoles que se están produciendo en el país galo». Tras manifestar su disconformidad con las medidas adoptadas por el Gobierno en materia agrícola, reiteró, entre otras, su petición de que la cuenca del Duero sea declarada oficialmente catastrófica.

La Federación de Jóvenes Agricultores, por su parte, pidió ayer en Barcelona el boicoteo al consumo de productos franceses.

Italia, principal exportador de vino de la CEE

El Boletín Oficial del Estado publicó ayer un real decreto por el que se regula la campaña vinicoalcoholera 1981-1982. La novedad más importante con respecto a campañas anteriores es la existencia de varias fechas de inmovilización de vino a lo largo del período de tiempo comprendido entre el 1 de septiembre de 1981 y el 31 de agosto de 1982.Con las nuevas medidas, según informa César Lumbreras, se pretende conseguir la regulación del mercado con vino y no con alcohol, como sucedía hasta ahora. Por otro lado, se trata de dotar al agricultor de un mayor grado de responsabilidad en la marcha de la campaña, y que sean ellos los que regulen el mercado y no la Administración.

La producción en 1979 fue de algo más de 48 millones de hectolitros de vino, mientras que en 1980 descendió a los 42 millones. Para la campaña que ahora comienza se prevé una disminución bastante importante de la producción, debido a las malas condiciones climatológicas. Según datos aportados por UNACO, el 90% de los vinos exportados lo son en granel. El principal comprador es la URSS, seguido de los países comunitarios y de algunos africanos. Las cifras de 1979 dan una exportación a granel de más de 386 millones de litros, de los que 160 millones fueron adquiridos por la URSS, De esta cifra total, sólo 54 millones de litros lo fueron con denominación de origen.

Las exportaciones de vinos embotellados alcanzaron la cifra de 53 millones de litros, de los que 44 millones tenían denominación de origen. El Jerez, con una producción de 1.700.000 hectolitros, constituye un caso especial, ya que exporta 1.400.000 hectólitros.

De los países miembros de la CEE, el mayor exportador es Italia, que vendió en 1980 14.700.000 hectolitros de vino, de los cuales 9.500.000 se destinaron a países de la Comunidad, fundamentalmente Francia (5.500.000) y República Federal de Alemania (3.200.000).

Para las exportaciones españolas a la CEE entre el 1 de julio y el 30 de junio próximo, las autoridades comunitarias han realizado contingentaciones que disfrutarán de derechos aduaneros reducidos, entre ellas, las de 685.000 hectolitros de vino de, Jerez a granel (para 660 o 715 pesetas por hectolitro), 15.000 hectolitros de vinos de Málaga, y 22.008 de Jumilla, Priorato, Rioja y Valdepeñas. Los principales países receptores del Jerez serán Inglaterra y Benelux.

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