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Personas de toda Europa contemplan en la ciudad alemana de Colonia una gran exposición antológica de Picasso

Todas las épocas del pintor están representadas en la muestra

Belgas, alemanes y holandeses tienen oportunidad desde hace unos días de contemplar una impresionante exposición antológica de Pablo Picasso que se ha abierto en Colonia (República Federal de Alemania). La proximidad de esta ciudad a las fronteras de Holanda y Bélgica le da a la muestra alemana un carácter internacional que cuadra muy bien con la propia universalidad de la obra picassiana. Todos los, períodos de creación de Picasso, incluidas la etapa en que pintó el célebre Guernica, y la época de su primera juventud, forman parte de esta selección de su obra.

Los aficionados al arte en la República Federal de Alemania y sus vecinos holandeses y belgas pueden visitar desde esta semana y hasta el 11 de octubre la exposición dedicada a Picasso por la Kunsthalle (sala d el arte), de la ciudad de Colonia.Pese a las vacaciones escolares, se calcula en más de un millar las personas que acudieron el primer día a admirar el legado de la nieta del genial artista, Marina Picasso, que constituye esta exposición itinerante, cuyas próximas etapas serán Francfort y Zurich (Suiza).Debido a la proximidad de los Países Bajos -Colonia apenas dista de Amsterdam o Bruselas tres horas de tren o carretera-, los organizadores cuentan con una gran afluencia de público, sobre todo los fines de semana, procedente del área del Benelux.

Prácticamente todas las etapas de la ingente obra picassiana, desde los académicos comienzos en La Coruña, donde el pequeño Pablo Ruiz Picasso vivió algún tiempo con su familia, hasta sus dibujos y lienzos absolutamente libres y lúdicos de Vallauris y, Mougins, en el exilio francés, están aquí representadas.

Para Picasso, dibujar, pintar era un acto tan natural Y necesario como el respirar, Y esto se hace evidente sobre todo en los carnés o cuadernos de apuntes, de los que en Colonia se presenta una amplia exposición.

Estos constituyen, sin duda, la parte más interesante, acaso por menos conocida, de la exposición, especialmente porque permiten estudiar a fondo el proceso creador picassiano.

En ellos vemos con claridad cómo la obra del genial iconoclastra engarza continuamente con la tradición, sin la cual cualquier vanguardia artística no pasa de ser una simple pirueta.

Resulta, en cualquier caso, emocionante ver los continuos saltos de una etapa, de un estilo a otro -como si para Picasso la repetición equivaliera a la muerte-, en una febril carrera que resume por sí sola todo el arte del siglo XX, por no decir todo el arte universal desde las pinturas rupestres de Altamira.

Así, por ejemplo, los trazos sueltos y libres de sus composiciones de los primeros años del siglo, en las que se encuentran los ecos más diversos -desde Velázquez y el Greco hasta Manet, Cézanne y Gauguin, sin olvidar, naturalmente, a Goya, dejan paso, en la década siguiente, a la rigurosa geometría del primer cubismo analítico.

Símbolo de la realidad

Picasso renuncia a la plasmación, entre impresionista , y simbólica de la realidad (épocas azul y rosa), para descomponer los objetos -mediante un proceso básicamente cerebral- en sus elementos constituyentes y recomponerlos a continuación según unas leyes nuevas que nada tienen que ver con las de la perspectiva tradicional.Tras un período en el que, bajo la influencia de su viaje a Italia, cultiva un monumentalismo de resonancias clásicas -recúerdense sus colosales Madonas con niño-, vendrá el dramático impacto de la guerra civil española, en la que Picasso defenderá la República.

Es la etapa del célebre Guernica, en la que sus figuras se caracterizan por un tremendo desgarramiento expresivo que refleja poderosamente la tragedia que vive el pueblo español.

Y por fin, acabado aquel enfrentamiento fratricida y el subsiguiente conflicto europeo, una nueva sensación de serenidad se apoderará de Picasso y su obra, en la que los elementos lúdicos y eróticos, presentes en todas sus etapas, pasarán a primer plano.

Esta exposición de Picasso, presentada ya con anterioriciad en Venecia (Italia) y Munich (República Federal de Alemania), es un extraordinario homenaje en el pnimer centenario de su nacimiento.

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