La Junta Militar argentina no quiere dejar el poder
La Junta militar que gobierna Argentina desde hace cinco años recordó el lunes.por la noche, por boca del general Omar Graffigna, que no está dispuesta a permitir una reinstauración "demasiado rápida" de la democracia, porque ésta llevaría al país a la misma situación catastrófica de 1976.En respuesta a los recientes llamamientos de la Iglesia católica y de los partidos políticos en favor de una "reconciliación nacional" y pidiendo una rápida vuelta al sistema democrático, el comandante en jefe del Ejército argentino y miembro de la Junta invitó públicamente a los ciudadanos argentinos a "acordarse" de lo sucedido y a demostrar "sentido común", en un discurso pronunciado en Buenos Aires con motivo de la conmemoración del Día de las Fuerzas Armadas.
El objetivo fundamental del Gobierno, añadió, es instaurar la democracia, pero esta democracia no tendrá nada que ver con "las experiencias frustrantes que la sociedad argentina vivió y pagó muy caro". "No caeremos en la trampa de jugar a cara o cruz con nuestro porvenir", señaló el general Omar Graffigna.
El discurso de Graffigna constituye, en opinión de los observadores, la primera reacción oficial de los militares a las declaraciones y reivindicaciones que han agitado estos últimos días la vida política argentina.
Después de la publicación, por, la Conferencia Episcopal Argentina, de un documento en el que pide una política de "reconciliación nacional", los cinco principales partidos autorizados -justicialistas, radicales, intransigentes, democristianos y Movimiento para la Integración y el Desarrollo- han constituido una plataforma conjunta, llamada la Comisión de los Quince. Los obispos recibieron el pasado viernes a los representantes de la Comisión y les brindaron su apoyo.
Este respaldo de los obispos animó a decir a Deolindo Bittel, vicepresidente del Partido Justicialista (peronista) -principal fuerza política del país-, que "la búsqueda del camino que conduce a la democracia ha empezado".
Bittel también se alegró públicamente de que la Iglesia "esté de acuerdo con los políticos sobre la necesidad del restablecimiento de los derechos constitucionales".-
El discurso del general Graffigna constituyó una confirmación muy clara de las intenciones y objetivos que la Junta persigue en el marco de su "proceso de reorganización nacional".
El hecho de que permita a los dirigentes políticos reanudar par cialmente sus actividades, aunque éstas estén oficialmente prohibidas desde el golpe de Estado de 1976, no significa que la Junta cederá a las presiones a favor de una democratización aunque las autoridades se vean enfrentadas con graves problemas económicos. Convocar elecciones significaría, según sondeos contidenciales, el regreso de los peronistas al poder.
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