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La nueva reglamentación sobre la cerveza no obliga a detallar el grado alcohólico de cada producto

Hace diez días, el pasado 20 de julio, el Boletín Oficial del Estado publicó un real decreto, por el que se aprobaba el nuevo texto revisado de la reglamentación técnico-sanitaria para la elaboración, circulación y comercio de la cerveza que estaba en vigor desde 1975. Este nuevo texto revisado no contempla diferencias sustanciales con el que ya existía, salvo el cambio de nombre de los distintos ministerios, y, sin embargo, olvidó algunas indica ciones que, a ojos de los expertos, hubieran sido necesarias como la obligación de poner los grados de alcohol en cada botella.

El detalle de expresar la graduación alcohólica en la etiqueta tiene su lógica en España., un país donde la cerveza no se consume como una bebida alcohólica, sino como un refresco más y donde generalmente el consumidor no se conforma con una sola botella, o caña, sino que suele consumir varias seguidas, sobre todo en la época de verano. También es importante este dato si se tiene en cuenta que el grado de alcohol de la cerveza española es uno de los más altos de Europa, ya que no puede ser inferior al 3 % en peso, y de ahí para arriba. En cambio, en otros países europeos se está observando que el consumo de cerveza con poca graduación alcohólica está subiendo debido, sobre todo, a su menor contenido de caloría.Por lo demás, la nueva reglamentación no cambia nada de la anterior ni añade tampoco nada nuevo; a no ser, como se decía más arriba, los nuevos nombres de los ministerios a los que afecta.

Cómo se elabora

En su proceso de elaboración, la cerveza pasa por cuatro fases diferentes: la preparación de la malta, la obtención del mosto, su fermentación y, por último, la maduración y clarificación. Es importante en este proceso el uso de agua potable y la prohibición de añadir agua fuera de las fábricas, ya que por ese lado es por donde puede venir la contaminación de la cerveza. No hace ni un mes que en Ciudad Real ha sido retirada del mercado una marca por contener un alto sabor a lodo. El caso no entrañaba peligro, ya que el sabor provenía del agua, a la que le había pasado algo parecido a la que hace pocos días se denunció en Majadahonda (Madrid), pero el mal sabor hizo que las autoridades procedieran a retirar las últimas partidas de esta cerveza.Según el artículo 17 de esta nueva reglamentación, se consideran cervezas impropias para el consumo: las que se presentan turbias o contienen un sedimento apreciable a simple vista; las. que tienen olor, color o sabor anormales; las que, por su análisis químico o examen microscópico u organoléptico acusen alteración, y las que hayan podido ser adulteradas o fabricadas con prácticas no autorizadas.

Envasado y etiquetado

La cerveza destinada al consumo debe ir siempre envasada en botellas o recipientes de vidrio, cerámica, madera, aluminio, acero inoxidable u hojalata protegida con esmalte. En la etiqueta debe constar, obligatoriamente: la marca del producto; el número de registro sanitario; nombre comercial o razón social del fabricante, cuando no coincida con la marca; el extracto seco primitivo expresado en tanto por ciento en peso; el volumen del contenido, expresado en centilitros cuando se trate de botellas, y en litros si se trata de barriles; la mención de si está elaborada en Espafía; la palabra cerveza seguida del apelativo que designe el cereal empleado, y las palabras especial y especial extra.

Está prohibido poner en las etiquetas cualquier mención que califique a este producto de cordial, reconstituyente, digestiva, estomacal, tónica u otra referencia que pueda inducir a error o confusión. Esta misma prohibición se extiende al campo de la publicidad, donde no se puede hacer menciones ni alusiones falsas o que puedan inducir a error sobre la composición de la cerveza, sus propiedades, origen y otras características.

Bajo el nombre genérico de cerveza existen varios productos que se diferencian tanto por sus técnicas de producción como por sus características organolépticas -cualidades intrínsecas del producto-. En principio podemos clasificar a la cerveza en dos grandes grupos: la rubia y la negra, y después, teniendo en cuenta su grado de alcohol, podemos distinguir cuatro tipos: la pequeña cerveza, de 1 a 1,2 grados de alcohol; la cerveza de mesa, de 2 a 2,2 grados de alcohol; la cerveza (bozk), de 3,3 a 3,9 grados de alcohol, y la cerveza de lujo, también llamada pils, de más de 4,4 grados.

Estas clasificaciones son válidas para toda la Europa del Mercado Común y ya concretamente en nuestro país. Y, según el reglamento técnico sanitario de este producto, las cervezas se clasifican en: cerveza normal, que es la bebida resultante de fermentar mediante levadura seleccionada el mosto procedente de malta de cebada aromatizada con flores de lúpulo y agua potable. Esta cerveza debe tener un extracto primitivo del mosto original no inferior al 11 % en peso (no hay que confundir esta graduación con la del alcohol, que no debe ser inferior al 3 % en peso). Cerveza especial es la que por sus características debe calificarse como de calidad selecta; su extracto primitivo no será inferior al 13 % en peso, y la cerveza especial-extra, que es aquella cuyo extracto primitivo del mosto original no puede bajar del 15 % en peso. La nueva reglamentación añade a estos tres tipos una nueva cerveza de cereales que se hace a partir de la malta de cereales como el arroz, el trigo o el maíz.

No hay duda de que la cerveza es una bebida eminentemente europea y de que sus características la hacen apta tanto para consumir con las comidas como fuera de ellas. De hecho, la cerveza es la bebida,básica con las comidas en Alemania, Bélgica, Luxemburgo, Checoslovaquia y el norte de Francia. En España, aunque el vino le quite el primer puesto en la mesa, su producción ha ido en constante aumento: en 1978 fue de 18.655.000 hectolitros, lo que supuso un incremento del 11 % respecto a 1977. En 1979, la producción aumentó en el 5,6% y, aunque en el pasado año la tendencia al alza se vio frenada por una menor demanda, también se produjo un incremento del 1,6%. Actualmente el consumo de cerveza en nuestro país está en los casi 54 litros per cápita.

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