Pocas películas españolas entre las reposiciones

Entre las muchas reposiciones que este verano realizan los distribuidores españoles figuran pocas películas españolas. Vuelven, sin embargo, esta semana, dos recientes títulos, uno de los cuales, La guerra de papá, de Antonio Mercero, constituyó uno de los éxitos de taquilla más importantes del cine posfranquista.De hecho, puede considerarse que La guerra de papá (junto con Asignatura pendiente, de José Luis Garci) fue la que alertó a las multinacionales y la que, por tanto, inspiró a los ejecutivos del Ministerio de Cultura la desaparición, en 1977, de algunas leyes protectoras del cine español. Aunque éstas regresaron en 1979, el fantasma de la crisis se hizo ya eterno y, lo que es peor, acostumbró a los productores y distribuidores a maltratar el cine nacional. Una de las consecuencias de esa crisis fue la creación de cooperativas, de las que el cine español se ha abastecido, y continúa abasteciéndose.

Como contrapunto al éxito de La guerra de papá, otra película española, Arrebato, de Iván Zulueta, pasó inadvertida para el público, mientras era celebrada con entusiasmo por la mayoría de las críticas. Película imaginativa, fantástica, fuera de canon, se ha convertido en el estandarte de un joven cine español, aunque no por ello creador de escuelas, puesto que se inspira sólo en el talento de su autor. La reposición de que ahora goza trata de devolver a la película el interés que siempre tuvo.