Las hostilidades en los diversos frentes cesaron a las 13.30 horas
La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) reiteró ayer tarde su aceptación del alto el fuego, ordenado el miércoles de madrugada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, "a condición de que la otra parte (Israel) lo respete", según informó la agencia de noticias palestina Wafa.Esta aceptación de la tregua por la OLP constituye una respuesta indirecta al Gobierno israelí, que anunció ayer por la mañana su disposición a poner término a los combates, como le pidió al primer ministro israelí, Menájem Beguin, el emisario del presidente Reagan, Philip Habib.
De hecho, a partir de las 13.30 horas -hora de Madrid y Beirut-, con unas horas de retraso sobre el límite fijado por la ONU, los combates cesaron a lo largo de la frontera entre Líbano e Israel, aunque círculos palestinos y libaneses expresaron su escepticismo sobre la voluntad israelí de respetar la tregua en los próximos días.
Sorpresa en Líbano
La aplicación, por el Estado judio, del alto el fuego ha sorprendido a palestinos y libaneses, que no se esperaban que su enemigo tomase tal decisión después del bombardeo palestino de ayer por la mañana contra la localidad israelí de Kyryat Schmona (un muerto y cinco heridos), y las declaraciones del viceministro hebreo de Defensa, Mardoqueo Tzipori, en las que preconizaba la reedición de la Operación Litani, de 1978, consistente en invadir provisionalmente el sur de Líbano.
Además, como lo han podido comprobar los corresponsales que se han desplazado al sur de Líbano, el Ejército israelí no parece haber consegido sus principales objetivos militares, consistentes en impedir el abastecimiento de las posiciones palestinas, ni acabar con los disparos de su artillería contra Galilea. Ni siquiera los bombardeos israelíes parecen ha ber mermado la potencia de fuego de los fedayines.
Tras el éxito de ayer, Philip Habib se dispone ahora a reanudar su anterior misión, consistente en desacúvar la crisis de los misiles entre Damasco y Tel Aviv, originada por la instalación en Líbano por Sirla de cohetes antiaéreos Sam 6.
Si la interrupcion provisional de los combates es motivo de satisfacción para el Gobierno libanés, la resolución adoptada ayer de madrugada en Túnez por el Consejo de Defensa árabe, integrado por los ministros de Defensa y Asuntos Exteriores, ha causado cierta decepción.
Las autoridades libanesas, que saben que las hostilidades no tardarán en reanudarse, deseaban la adopción de una estrategia común contra Israel que comprometiese más a los países árabes en la defensa del territorio de Líbano.
Pero en Túnez sólo se acordó en Firme ayudar económicamente a Líbano por los daños sufridos.
Desilusión palestina
La desilusión palestina es aún mayor. En contra de lo preconizado por el representante de la OLP, Faruk Kaddurni, y los países del Frente de la Firmeza (Argelia, Siria, Yemen del Sur y Libia), el Consejo no decidió recurrir al arma del petróleo ni convocar una cumbre extraordinaria de jefes de Estado árabes, limitándose también a garantizar a la guerrilla palestina la reposición del material militar destruido.
Las horas que precedieron a la entrada en vigor del alto el fuego fueron aprovechadas por Israel para bombardear, por tercera vez, las construcciones supletorlas del puente sobre el río Zahrani.
La artillería pesada israelí disparó también contra posiciones palestinas en torno a Tiro y Nabatleh, y la aviación hebrea sobrevoló Beirut, pasando la barrera del sonido sobre la capital libanesa.
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