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Las Brigadas Rojas liberan en Milán a una de las tres personas que tenían secuestradas

Juan Arias

Tras un secuestro de cincuenta días por las Brigadas Rojas, Renzo Sandrucci, dirigente de la fábrica Alfa Romeo, fue liberado ayer por la tarde en Milán, abandonado en un automóvil. A diferencia de los dos últimos rehenes secuestrados por la organización terrorista italiana, Sandrucci no había sido "condenado a muerte" después del interrogatorio a que fue sometido en la "cárcel del pueblo" donde estuvo encerrado. Su estado de salud es, al parecer, bueno.

La inminente liberación de Sandrucci, junto con la de las otras dos personas aún retenidas por las Brigadas Rojas, el dirigente demoscristiano de Nápoles Ciro Cirillo -secuestrado el pasado 27 de abril-, y el hermano del terrorista arrepentido Roberto Peci, secuestrado el 11 de junio, había sido anunciada el miércoles pasado por las Brigadas Rojas.Esta misma organización terrorista asesinó el día 6 de julio, con veinte tiros en el corazón, al ingeniero de la Montedison Giuseppe Taliercio, que había sido secuestrado el 20 de mayo.

Con una serie de comunicados y llamadas telefónicas, el grupo de las Brigadas Rojas de Nápoles cantó su triunfo afirmando que "Ios siervos del poder" han aceptado todas sus condiciones para la liberación del "burgués imperialista Ciro Cirillo". Según las Brigadas Rojas, han obtenido que se dé a los afectados por el terremoto de Nápoles 20.000 viviendas que estaban vacías, un subsidio a todos los desocupados y 150 millones de pesetas, "pagadas por la familia y por la Democracia Cristiana".

Esta afirmación sentó muy mal al secretario general de la Democracia Cristiana (DC), Flaminio Piccoli, quien la desmintió categóricamente, afirmando "que se trata de una provocación". La DC teme que la opinión pública piense que ha sido más blanda con un hombre como Cirillo, que pertenecía notoriamente al grupo de poder conservador de Nápoles, que con Aldo Moro, que representaba el ala progresista del partido.

Las Brigadas Rojas han afirmado que la condena a muerte anunciada contra Ciro Cirillo "podía ser suspendida" únicamente después de haber obtenido "una fuerte derrota de la burguesía imperialista" y que la sentencia podría llevarse a cabo en cualquier momento en el caso de que Cirillo "siguiese comportándose como un contrarrevolucionario burgués".

Esta parece ser una nueva estrategia de las Brigadas Rojas. Anuncian la liberación "porque en los interrogatorios ha aceptado renunciar a su cargo" y afirman que "será puesto en libertad vigilada". En Roma se considera que es un chantaje para obligar al ingeniero a no volver a trabajar en la fábrica. Lo liberan porque también en este caso los terroristas creen haber obtenido "lo que habían pedido".

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