Pesimismo en la primera jornada de las negociaciones sobre empleo de la Generalidad de Cataluña

En un ambiente de claro pesimismo finalizó ayer a mediodía la primera jornada de la conferencia tripartita sobre empleo en Cataluña. La próxima sesión tendrá efecto mañana, viernes. La asociación patronal Fomento del Trabajo Nacional (FTN) volvió a reiterar su postura de radical oposición a la creación de un marco catalán de relaciones laborales.

Las dos primeras horas de la reunión estuvieron centradas en cuestiones de procedimiento, ya que incluso en este terreno fue difícil lograr un acuerdo mínimo. Comisiones Obreras pedía una «traducción al catalán del acuerdo nacional de empleo (ANE)». Ello consistiría en un desarrollo específico para Cataluña de dicho acuerdo que contemplara la política de inversiones públicas y el fomento de la concertación social a nivel catalán.La delegación de la Generalidad, presidida por el empresario liberal Antoni Forrellad, propuso que se considerara lo que viene a ser el quinto plan Rigol de actuación de la Generalidad en materia laboral.

El FTN defendió el criterio de que el documento a considerar fuese únicamente el acuerdo suscrito por esta patronal y UGT. La central socialista apoyó este criterio patronal.

Tras dos horas de debate sin que se lograse una acuerdo, se señaló una serie de puntos que sustituían al fallido intento inicial de basar el diálogo en un documento ya existente. Estos puntos son inversión y deuda pública, empleo comunitario, planes de reestructuración y expedientes de crisis, traspasos de competencias a la Generalidad en materia laboral, participación sindical en las instituciones públicas y política de lucha contra el fraude y el pluriempleo.

Comisiones Obreras quería poner a debate los criterios por los cuales el Gobierno central va a decidir el uso de los 15.000 millones de pesetas que constituyen el fondo extraordinario de actuación creado por el ANE. Esta central proponía que desde Cataluña se elaborase un baremo objetivo a partir del cual fueran utilizados los fondos. Para CC OO, debían beneficiarse de los mismos tanto obreros en paro del sector agrícola como los del sector industrial y de servicios.

En cambio, UGT pedía que la política del Gobierno se basara, no tanto en empleo comunitario -como apuntaba Comisiones Obreras- como en subsidios de desempleo.

Por su parte, FTN afirmó tajantemente que en el caso de que hubiese un llamamiento al Gobierno respecto al uso de los fondos para empleo comunitario, debía precisarse que tales fondos, en opinión de la patronal catalana, debían excluir expresamente a los trabajadores industriales y beneficiar únicamente a los del sector primario.

Toda la conferencia consistió en una serie de intentos de CC OO para forzar una mayor beligerancia de la Generalidad en la creación de un marco catalán de relaciones laborales. A estos deseos se oponía de forma sistemática la asociación patronal, que a menudo contaba con el apoyo de UGT.

El responsable de la delegación de la Generalidad y presidente de la conferencia, Antoni Forrellad, jugó el papel de hombre bueno y mantuvo una actitud apaciguadora y tendente a buscar unos puntos de coincidencia que se dieron en grado muy escaso. En este sentido cabe destacar el acuerdo de todos los reunidos en requerir nuevamente el traspaso de las competencias del Instituto Nacional de Empleo (INEM) a la Generalidad.

En los próximos días, la Generalidad expondrá su política de inversiones públicas, como camino para superar la falta de posibilidades de concertación que se apreció en la sesión de ayer. UGT y Fomento preconizan cierto distanciamiento respecto a la política de inversiones públicas de la Generalidad, respecto a la cual, por lo menos hasta ahora, sólo requieren ser informados. En cambio, CC OO preconiza que dicha política sea debatida al igual que el ANE y obligue a la Generalidad a una serie de compromisos que configuren una política económica de la institución catalana respecto al empleo.