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Estados Unidos mantendrá su actual política económica pese a la manifesta oposición

Estados Unidos no cederá en su actual estrategia económica y monetaria, a pesar de las quejas expresadas por los principales líderes europeos durante la primera jornada de la cumbre de los siete jefes de Estado o de Gobierno de los principales países industrializados de Occidente. Las sesiones concluirán esta tarde en Ottawa, después de dos jornadas de reuniones.

La cumbre comenzó con una cena política en el castillo Montebello, a unos cien kilómetros al este de Ottasva, rodeado de extraordinarias medidas de seguridad. Todos los puntos tensos de la escena política internacional (Oriente Medio, euromisiles, Afganistán, El Salvador y relaciones con el Este) figuraron en el menú político de los siete.Pensando, ante todo, en la redacción de un comunicado final preparado desde hace varias semanas a nivel de expertos, los líderes políticos de Canadá, Estados Unidos, Francia, República Federal de Alemania, el Reino Unido, Italia, Japón y el presidente de la comisión de la CEE no lograron ocultar sus profundas diferencias en casi todos los temas. El empuje de la nueva Administración conservadora del presidente estadounidense, Ronald Reagan, reagrupa a los europeos, con apoyo de Canadá en ciertos temas, para recordar a Washington los riesgos de la utilización de armas económicas.

Consideraciones norteamericanas

EE UU pretende que los países de Europa occidental comprendan la imperiosa necesidad para la economía estadounidense de combatir la inflación con medidas monetarias (altos tipos de interés bancario) que perjudican las economías europeas y aumentan el precio del petróleo para un viejo continente dependiente en el 70% de las importaciones energéticas externas. Washington, además, pide a los europeos que limiten sus ventas de produtos a los países del Este, al considerar ciertos capítulos como armas estratégicas. EE UU, finalmente, se opone a que los europeos compren gas natural a la Unión Soviética.

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Acosados en todos los frentes, los líderes europeos, Mitterrand, Schmidt y Spadolini en particular, intentan, con reservas por parte de Thatcher,frenar la oleada norteamericana con declaraciones Firmes. "Muchos países en el mundo sufren las consecuencias de los altos tipos de interés bancario americano", dijo el canciller Helmut Schmldt. "EE UU debe rebajar sus índices de interés antes de fin de año", repitió el presidente Mitterrand.

Pero Reagan, siempre sonriente y convencido de su poderío, replica con chistes (que deben ser traducidos a Mitterrand, Spadolini y Suzukl, que no hablan inglés) a las quejas de los europeos. Contraataea, incluso, recordando que "no podemos prometer una disminución de los índices de interés bancarios" que superan el 20%. Consejeros de la Casa Blanca machacan a la Prensa repitiendo que la política de EE UU no es un arma contra otros países, sino el reflejo de la fuerte inflación y los déficit de balanza de pagos".

Simultáneamente a las retíniones privadas en las que sólo participan los jefes de Estado o de Gobierno, los ministros de Asuntos Exteriores y Economía o Finanzas de los siete de la cumbre de Ottawa dialogan también sobre temas de interés común. Es a esos tres niveles donde el capítulo de relaciones globales con el Este adquiere par ticular importancia.

Primero, con el recordatorio de Alexander Haig, secretario de Estado norte americano, de que EE UU está dispuesto a negociar una posición de equilibrio en armas nucleares sobre el esceriario europeo.

Haig, matizando serias diferencias entre el Departamentc, de Es tado, más liberal, y el Departamen to de Defensa, más duro, dijo a los europeos que las limitaciones que pueda representar para Europa el renunciar a la compra de gas siberiano serían compensadas con su ministro estadounidense de carbón, gas natural y petróleo, amén de centrales de energía nuclear.

La política estadounidense en Centroamérica, especialmente en El Salvador, también salto sobre el tapete de negociaciones Schmidt y Mitterrand hablaron con el líder socialdemócrata canadiense Ed Broadbent sobre este conflicto.

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