La adhesión española a la CEE se retrasará más allá de 1984, según Tamames
La adhesión de España a la Comunidad Económica Europea (CEE) se puede retrasar incluso más allá de 1984, según afirmó ayer Ramón Tamames, ex miembro del Comité Central del Partido Comunista de España, quien realizó una visita de tres días a Bruselas, invitado por la Comisión Europea, a fin de actualizar su libro sobre el Mercado Común.Tamames afirmó que, de acuerdo con las entrevistas que ha mantenido, no cree que el problema de la reforma interna de la CEE se pueda resolver hasta bien entrado 1982, lo que significa que las auténticas negociaciones con España no podrán comenzar antes de esa fecha.
Según Tamames, es «evidente» que los negociadores siguen trabajando, pero lo que se ha concertado mínimamente hasta el momento es muy poco. «Además, hay que hablar seriamente con Francia y resolver el problema agrícola con ella, incluso con acuerdos propios, porque si no el retraso puede ser aún mayor», añadió.
El ex diputado comunista señaló que, aunque no se ha hablado aún de períodos transitorios, «parece que la tendencia es hacia los siete años». La CEE, a su juicio, comprende que no puede desmantelar la agricultura mediterránea y ha calculado, incluso, el coste que supondrá su mantenimiento, España incluida: de 1.200 a 1.500 millones de unidades de cuenta (cada UCE son unas cien pesetas).
En relación con el problema del impuesto sobre el valor añadido (IVA), que la Comunidad exige que entre en vigor desde el mismo día de la adhesión, Tamames afirmó que sería posible encontrar una solución si España aceptara reajustar, aunque sólo fuera simbólicamente, su actual impuesto de compensación sobre gravámenes internos que supone, según los comunitarios, una prima encubierta a la exportación. «Con una medida semejante se podría llegar a 1984 o 1985 sin traumas y podríamos pedir una moratoria para la implantación del IVA», explicó.
Ramón Tamames expresó su preocupación por el caso especial de Canarias que, dijo, no ha sido aún discutido a fondo ni explicado. Añadió que los comunitarios desearían que el archipiélago quedara incluido en la Unión Aduanera Española, pero que esa medida debía ser estudiada desapasionadamente y con cuidado, porque implicaría un aumento del nivel de los precios de productos de primera necesidad y exigiría medidas compensatorias.
«Sería importante que el tratado de adhesión contuviera una cláusula», terminó Tamames, «según la cual los períodos transitorios inicialmente acordados pudieran ser acortados o prolongados, según se viera la marcha del proceso de integración». En términos generales, Ramón Tamames no es partidario de plazos demasiado largos para la adhesión real porque deja demasiado margen para la reestructuración que necesita nuestra economía.
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