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Dos militares que entraron en el Congreso el 23 de febrero vuelven a ocupar destino

Dos militares que en la noche del 23 de febrero acudieron de paisano al interior del Congreso de los Diputados, actitud que fue sancionada con respectivos arrestos, se encuentran desde hace tiempo haciendo vida castrense normal, sin que de momento ni el Gobierno ni, en su lugar, la autoridad militar hayan informado sobre los motivos de su presencia aquel día en el recinto parlamentario. Los dos militares antes citados son el coronel de Caballería Juan Castillejos y el capitán de Intendencia de la Armada Núñez Simón.Ni en el informe del ministro de Defensa, Alberto Oliart, al Congreso de los Diputados ni en informaciones oficiales posteriores, todas ellas relacionadas con el intento golpista, se hace alusión al motivo de la presencia en el Congreso de los Diputados de los dos militares mencionados. El coronel Juan Castillejos, tras cumplir dos meses de, arresto, se encuentra en su nuevo destino, y el capitán de Intendencia de la Armada Núñez Simón, tras cumplir sanción de un mes, se ha reintegrado a su puesto.

Según supo EL PAIS, el capitán de Intendencia de la Armada Núñez Simón, que tiene varios hermanos con el mismo grado en el citado cuerpo, fue la persona que acompañó hasta el interior del Congreso de los Diputados al capitán de navío Camilo Menéndez Vives, quien en la actualidad se encuentra procesado por unirse a los sediciosos. Al parecer, Núñez Simón se encontraba en compañía de Menéndez Vives en las instalaciones de la Junta de Apoyo Logístico de la Armada cuando se produjo el asalto al Congreso, y de allí se dirigieron al palacio de la carrera de San Jerónimo.

Núñez Simón estuvo paseando por los pasillos del Congreso de los Diputados mientras el Gobierno y la totalidad de los parlamentarios se encontraban secuestrados por el teniente coronel Tejero y sus guardias civiles, y fue reconocido personalmente por uno de los ayudantes militares del entonces presidente del Gobierno, Adolfo Suárez.

Por lo que respecta al coronel de Caballería Juan Castillejos, duque de Montealegre, su presencia en el interior del Congreso de los Diputados, información adelantada en su día por EL PAIS, fue detectada por varías de las personas allí presentes y se le vio hablando con el teniente coronel Tejero. Castillejos fue arrestado dos meses por el capitán general de la III Región Militar, Antonio Pascual Galmes, y el motivo parece que fue el de ausentarse de su destino sin el correspondiente permiso oficial. Este militar pertenecía a la III Región Militar, entonces mandada por el teniente general Milans del Bosch, uno de los principales ejecutores del fallido golpe de Estado.

El teniente coronel Tejero, en sus declaraciones ante el juez instructor, cuyo contenido fue filtrado a la Prensa, recordó entre las visitas que atendió dentro del Congreso de los Diputados aquella noche del 23 de febrero, la de Juan Castillejos, que, según el citado teniente coronel, fue innecesaria, pues si bien le conocía desde hace tiempo, dijo que ni era amigo suyo ni estaba implicado en la operación.

Sin embargo, la presencia del duque de Montealegre en el Congreso fue muy llamativa, ya que, incluso, se asomó al salón de plenos. A la mañana siguiente, una vez fracasado el golpe, volvió vestido de uniforme a los alrededores del Congreso para despedir a los militares golpistas. A Castillejos, íntimo amigo del marqués de Villaverde, se le ha vinculado a la recepción de fondos destinados a financiar la infraestructura del golpe. Por este cauce llegaron, por ejemplo, a los sediciosos, varios millones de pesetas entregadas, al parecer, por una relevante personalidad de la vida militar perteneciente a una familia de conocida raigambre integrista. El duque de Montealegre se refugió la noche del 23 de febrero, una vez que abandonó el interior del Congreso, en la Escuela de Equitación.

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Por otra parte, ayer trascendió que la vista del juicio por los sucesos del 23 de febrero no podrá celebrarse antes de octubre o noviembre. Aunque las vacaciones veraniegas no interrumpiran ninguno de los trámites que se llevan a cabo desde el comienzo de las diligencias, en medios oficiales no se baraja aún una fecha aproximada. La vista podría durar algo más de un mes, con sesiones de mañana y tarde. En es tos momentos, numerosas pruebas presentadas por los abogados de los procesados han sido rechazadas, por lo que tienen que re producir las correspondientes propuestas antes de que se realicen las prácticas.

En la actualidad se encuentran procesados por el fallido golpe de Estado tres generales, tres coroneles, un capitán de navío, dos tenientes coroneles, dos comandantes, trece capitanes y ocho tenientes. El único civil procesado es el ultraderechista García Carres.

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