Hassan II quiere un "referéndum controlado" y que respete los "legítimos derechos" de Marruecos
El rey Hassan II dijo ayer ante los jefes de Estado africanos, reunidos en Nairobi, en la 18ª cumbre de la OUA, que estaba dispuesto a aceptar el procedimiento de referéndum controlado, como solución del problema del Sahara. Las modalidades de este referéndum, "de todas maneras, deben hacer honor a los objetivos de las últimas recomendaciones del comité ad hoc -Comité de Sabios-, y a la convicción que tiene Marruecos de sus derechos legítimos".
Estas recomendaciones, tal como fueron recordadas el miércoles por el presidente de Sierra Leona, son las siguientes: decretar un alto el fuego, durante el cual las fuerzas en conflicto deberían ser confinadas en sus cuarteles o bases; que se celebre un referéndum justo y general en el territorio que permita a sus habitantes determinar su estatuto futuro, y que la ONU y la OUA, conjuntamente, supervisen el alto el fuego y el referéndum.La mayoría de los presidentes que intervinieron en la sesión de la mañana saludaron esta decisión del monarca marroquí, que de momento ha tenido como resultado paralizar la admisión de la República Arabe Saharaui Democrática (RASD) en la OUA.
Algunos presidentes, como los de Mauritania y Madagascar, además de felicitar al rey Hassan II por su postura, hicieron puntualizaciones importantes. El presidente Uld Haidala, de Mauritania, dijo que formulaba tres proposiciones concretas para antes de la celebración del referéndum: que Argelia, Marruecos y Mauritania colaboren en su preparación, que los tres Estados anteriores se comprometan previamente a respetar los resultados del mismo y que el comité ad hoc de la OUA ponga en funcionamiento una administración neutral en el territorio y sea ésta la que exija el alto el fuego y la retirada de las tropas a determinadas áreas.
El presidente de Madagacar, Didier Ratsiraka, fue más radical, y señaló que aunque felicitaba al rey Hassan II por su gesto, consideraba que, previo al referéndum, era necesario cumplir ciertas condiciones consideradas por Madagascar como obligatorias. Estas condiciones son que Marruecos retire antes totalmente su administración y sus tropas y que el referéndum se lleve a cabo dentro de los tres próximos meses.
La opinión más generalizada entre las delegaciones asistentes a esta cumbre es que, si bien Marruecos, efectivamente, ha logrado frenar el proceso administrativo de adhesión a la RASD, al aceptar el referéndum controlado y las recomendaciones del comité ad hoc, Rabat se adentra en un proceso que puede, a la larga, no resultar a la medida de sus deseos.
La estrategia inmediata que parecen estar dispuestos a esgrimir ahora tanto el Polisario como Argelia y los otros países de la OUA que votaron por la admisión de la RASD es lograr que Marruecos retire sus estructuras administrativas y militares del Sahara occidental antes del referéndum y que acepte el reemplazo de sus tropas por otras de la ONU y la OUA:
Estos dos puntos, retirada administrativa y militar marroquí previa al referéndum, corren el riesgo de sumergir a los comités técnicos que se creen, e incluso otra vez a la cumbre, en nuevas e interminables discusiones, ya que Hassan II fue claro en su discurso y dijo que aceptaba las últimas recomendaciones del comité ad hoc de la OUA, es decir, las de septiembre del año pasado, que son, por otra parte, a las que se han referido Edem Kodjo y Siaka Stevens, y que no exigen la retirada previa de las tropas marroquíes.
Hassan II, durante su discurso de la mañana, había llegado a la conclusión de que era necesario hacer este gesto para evitar el estallido de la OUA y permitir que ésta conservase su unidad, y también porque varios jefes de Estado europeos, africanos y de Oriente Medio, entre ellos el rey Juan Carlos, de España, le habían pedido que hiciese un gesto suscepuble de desbloquear el callejón sin salida en que hasta ahora se encuentra el conflicto del Sahara.
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