Los ciudadanos de la CEE son mayoritariamente conservadores

Los ciudadanos de la República Federal de Alemania (RFA) son los más conservadores de toda la Comunidad Económica Europea (CEE). Los más revolucionarios, sin exagerar tampoco mucho, son los griegos y -gran sorpresa- los británicos, que están al mismo nivel que sus conflictivos colegas del Sur.La Comisión Europea publica periódicamente encuestas eurobarómetro, realizadas en los diez países miembros del Mercado Común, para intentar medir la moral comunitaria" y "la actitud fundamental de los europeos frente a la sociedad". Este año los resultados son un poco sorprendentes. Por ejemplo, los ciudadanos de la RFA han vuelto a superar el 50% de respuestas en el sentido de que "hay que defender valerosamente nuestra sociedad contra todas las fuerzas subversivas", igual que sucedió en los años 1977 y 1978, cuando actuaba la banda Baader Meinhoff. La RFA es el único país de la CEE en el que los partidarios del inmovilismo alcanzan una proporción tan considerable. Le siguen Dinamarca (40%) y Países Bajos (37%). Belgas, franceses, luxemburgueses e irlandeses se sitúan en límites más modestos (entre 21% y 24%).

Excepto, como queda dicho, en la RFA, lo cierto es que los europeos de la CEE son en su inmensa mayoría reformistas. Tres cuartas partes de los franceses estiman que hay que "mejorar poco a poco nuestra sociedad a través de reformas", opinión que comparten casi en la misma proporción belgas, luxemburgueses, italianos y griegos.

Revolucionarios dispuestos a "cambiar radicalmente toda la organización social a través de una acción revolucionaria" hay más bien pocos en toda la CEE. Ningún país supera el 10%. Curiosamente, los dos únicos que llegan a ese nivel son Grecia y Reino Unido. En el caso griego no es posible hacer comparaciones con otros años (acaba de ingresar en la CEE y no existen encuestas anteriores), pero en el británico se observa una lenta progresión con respecto al mes de abril de 1979, en el que sólo había un 4% de radicales revolucionarios. Los italianos, contra lo que pueda parecer, son tan poco revolucionarios como los belgas, los holandeses o los irlandeses, y están incluso por debajo de los franceses. A los que ni se les pasa por la cabeza la idea de un cambio total de la sociedad actual es a los daneses (2%) y a los alemanes occidentales (3%.).