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Persisten las dudas sobre la paternidad del atentado de Tolosa

Pese a las reivindicaciones efectuadas por el Batallón Vasco Español y la Triple A, persistían ayer las dudas sobre la paternidad del atentado que en la tarde del martes acabó con la vida de Iñaki lbargutxi y Juan Manuel Martínez, y produjo heridas gravísimas a su hermano Pedro. PNV, PSOE, Euskadiko Ezkerra, PC y las centrales CC OO, ELA-STV y UGT acordaron de forma unitaria pedir al pueblo vasco que paralice a mediodía de hoy su actividad durante diez minutos en protesta por el atentado. Anoche la comisión permanente de Herri Batasuna condenó también de forma enérgica el atentado de Tolosa, que califica de «brutal acto», y llama a la huelga general.

HB enmarca el atentado en una escalada de los grupos incontrolados para crear el pánico y el terror entre la población de Euskadi. El comunicado de HB llama a la huelga general en Tolosa, Durango y Miravalles, estas dos últimas localidades de donde eran naturales los dos jóvenes asesinados. Asimismo, HB anuncia la celebración de manifestaciones en las cuatro provincias vascas.

Durante toda la jornada de ayer persistió la confusión sobre la autoría del atentado, agudizada por las reivindicaciones telefónicas que en la noche del miércoles hicieron presuntos miembros del Batallón Vasco Español a Egin y Diario Vasco en San Sebastián (anunciando que matarían tres abertzales por cada español asesinado), y la efectuada por la mañana, en la misma línea, por un anónimo comunicante que se identificó como Triple A a Radio Nacional de España en la misma ciudad.

El atentado -eso quedó claro desde el primer momento- era obra de profesionales. Este extremo llevó en un primer momento a pensar incluso que pudiera haber sido realizado por elementos de extrema derecha en conexión con la campaña iniciada semanas atrás, presuntamente ligada a una nueva trama golpista. El hecho de que los miembros del comando realizaran fría y calculadamente el atentado, usaran en el mismo la munición habitual de ETA, gritaran «Gora ETA Militar» y «Gora Euskadi askatuta» y se retiraran a pie con tranquilidad por las calles de Tolosa, movió luego a dirigir también las sospechas hacia ETAm, que se pensó podría haber confundido a las víctimas con miembros de las fuerzas de seguridad del Estado.

Esta creencia era compartida por los familiares de los dos jóvenes asesinados y por vecinos de Tolosa, que los consideraban «muy majos y abertzales», aun antes de que públicamente se supiese ayer su filiación o simpatías políticas. Sin embargo, algunos jóvenes tolosanos que sólo conocían a las víctimas de vista -llevaban poco tiempo residiendo en la localidad- les habían infundado sospechas, máxime cuando se les veía siempre juntos a los tres y frecuentando el bar Beti-Alai, propiedad de un exiliado, que se sabía era vigilado por la policía.

Pedro Martínez Castaño, muy grave

A mediodía de ayer, en la residencia sanitaria Nuestra Señora de Aránzazu, de San Sebastián, donde se encuentra ingresado Pedro Conrado Martínez Castaño, hermano de una de las víctimas, se ofrecía un parte médico en el que señalaba que estaba ingresado en la unidad de cuidados intensivos, que su estado era muy grave, y, aunque mantenía las constantes vitales, precisaba respiración asistida. En el mismo parte se indicaba que el herido sufre shock povolémico por múltiples heridas de bala (un total de ocho impactos), que han interesado a vísceras de la cavidad torácica y abdominal, y de las que fue intervenido quirúrgicamente nada más ingresar en el centro.

La condena que en la noche del miércoles realizaron del atentado PC de Euskadi y Partido Nacionalista Vasco - que ordenó que se colocaran ayer todas las ikurriñas de los batzokis (centros sociales del partido) a media asta- tuvo su continuidad ayer, en Bilbao, con las reuniones de mañana y tarde que en la sede de este último partido celebraron ambas fuerzas con PSOE y Euskadiko Ezkerra y los sindicatos UGT y CC OO para estudiar las posibles medidas a adoptar ante el atentado.

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