Trío de dos
La mujer que llora.Dirección y guión: Jacques Doillon. Fotografía: Yves Lafaye. Intérpretes: Dominique Laffin, Jacques Doillon, Havdee Politoff, Lola Doillon, Jean Denis Robert, Michael Vivian Color. Francia. Comedia dramática Local de estreno: Alphaville 1.
Esta mujer que llora es un personaje ya conocido en comedias y dramas, cinematográficos o no. Lo hace, como tantas, porque el marido escapa en brazos de otras, de una en particular, a la que quiere unir su inmediato destino sin decidirse a romper, por falta de valor o simple comodidad, con cuanto deja atrás: hija, piedad, simples hábitos comunes. Incapaz de fijarse en un solo amor, en una sola vida, va y viene sembrando de hijos y dudas vientres y corazones en busca de una definitiva identidad.
Lo que tiene de novedad la historia es su forma de ser llevada a la pantalla, su tratamiento; en suma, su sinceridad cara al espectador, la cruda realidad de un conflicto en el que a la postre, y tal como suele suceder, no habrá ni vencedores ni vencidos.
Por encima de las relaciones enfrentadas, complicadas por un afán constante de paternidad que rebasa y traiciona a su protagonista masculino, lo mejor de la película es el trío de retratos, que según la historia avanza va haciéndose más complejo y profundo.
Narrada toda en un estilo casi ascético, prácticamente en un solo decorado real, ajeno a los acostumbrados tratamientos dramáticos, las secuencias se van acumulando tan breves y concisas que a la larga el ritmo se resiente. Ello,y los diálogos le hacen aparecer demasiado largo y premioso, a pesar de su metraje normal.
Lo que se dice, grita, calla o amenaza resulta más resumen del pensamiento del autor, a pesar de su apariencia coloquial, que simples voces, acusaciones, gritos. Por ello, a pesar de las salidas al exterior no demasiado justificadas en ocasiones, este trío especial, reducido en realidad a dos falsas víctimas y rebeldes eternos, se transforma a ratos en juego teatral entre cuatro parceles y en los alrededores de la casa.
En tal juego todo se halla a la luz, en una buscada desconexión que si en contadas ocasiones rebasa la trama, a la vez la aleja de los recursos habituales en un esfuerzo por hallar un cine lejos de la moral tradicional y de la estética que por lo común le sirve.