Denuncian irregularidades en los exámenes de las oposiciones a Correos y Telecomunicaciones

Cerca de cuatrocientos opositores de Madrid, de los 100.000 que en toda España se han presentado a la convocatoria para oficiales y auxiliares postales y de telecomunicación, denuncian irregularidades en el texto de los exámenes y en la organización misma de las oposiciones, poniendo en duda la legalidad de las mismas. Hay solamente 886 plazas a cubrir. Un 44% de los aspirantes son mujeres.

El número de aspirantes al ingreso en Correos y Telecomunicaciones supera, en todo el territorio nacional, las 100.000 personas, y sólo en Madrid se han presentado más de 10.000, de los que un 60% son mujeres. La convocatoria de oposiciones por parte de la Dirección General de Correos apareció en el Boletín Oficial del Estado el 3 de julio de 1980 y los exámenes comenzaron el domingo pasado, superado el plazo de ocho meses que debe pasar desde su anuncio. Pero un numeroso grupo de opositores en Madrid considera que los exámenes no ofrecen las necesarias garantías.Unas cuatrocientas personas, que se han preparado para la prueba durante casi un año, en academias, alegan que las soluciones a las preguntas de la prueba no se corresponden con el contenido del temario que han estudiado. En la prueba número dos (hubo tres) -han averiguado con sus profesores- en dos preguntas sólo había dos respuestas válidas y otra no tenía ninguna. Y en la prueba uno, dicen, la cuestión que hace referencia a los procedimientos correctos de selección de funcionarios se contradice con lo reflejado sobre este tema en la Constitución.

Asimismo, añaden que las normas del examen aparecieron en el BOE en un plazo inferior al estipulado de quince días hábiles antes de la fecha de aquél. Normas que, al parecer, no cumplieron totalmente las primeras pruebas, las cuales exigían algunos conocimientos eliminados ya de la actual ordenanza postal. Los opositores, cuya lista provisional salió después de nombrarse el tribunal examinador, no recibieron de éste instrucciones sobre la puntuación de los fallos y aciertos, y, ante la advertencia de que no hacía falta incluir en la hoja de examen el número de orden, sostienen que puede ser cierto el rumor de infiltración de soluciones entre algunos aspirantes «allegados a Correos».

A propósito del organismo convocante, estiman que su organización de los exámenes no ha sido correcta: poco control en las aulas, retrasos de dos y más horas, ausencia de médicos para los opositores indispuestos... Y otro punto que consideran importante es la no existencia de un libro de texto oficial para la oposición; la convocatoria aparecida en el BOE no lo fijaba. Unicamente la Escuela Oficial de Comunicaciones, junto a la Mutualidad de Previsión Social de Funcionarios de Correos, edita un programa para ingreso en el Cuerpo de Auxiliares Postales y de Telecomunicación, que tampoco incluye cosas de las que nos han preguntado», dicen los aspirantes. De este modo, las academias pueden editar libremente sus manuales.

Por su parte, los opositores de Barcelona pusieron una denuncia en el juzgado de guardia al salir del examen, por considerar que las preguntas del mismo no se ajustaban al temario establecido en el Boletín Oficial del Estado.