Philip Habib intentará de nuevo mediar entre árabes e israelíes

Philip Habib, el enviado especial del presidente Ronald Reagan a Oriente Próximo, cuya misión pretendía solventar la crisis de los misiles surgida entre Sirla e Israel, regresará probablemente a Tel Aviv y Damasco a principios de la próxima semana. Habib se encuentra actualmente en Washington para celebrar consultas con el presidente Reagan y el secretario de Estado, Alexander Haig.«Deben continuar los esfuerzos diplomáticos para resolver la crisis», dijeron en el Departamento de Estado. La misión de Phillip Habib; que duró tres semanas, con repetidos viajes entre Tel Aviv, Damasco y Riad, no se califica de ruptura. Al contrario, se opina que las conversaciones del diplomático norteamericano lograron calmar los ánimos y evitar lo peor.

La actual pausa en la misión de buenos oficios de Habib no debería servir de pretexto, según fuentes estadounidenses, para que Israel aproveche la ausencia del embajador Habib y de una réplica militar contra Siria.

Washington no oculta los temores de que una confrontación militar entre sirlos e israelíes, a propósito de los misiles, se convirtiera en una nueva guerra entre árabes y judíos en Oriente Próximo.

Material ultramoderno para Arabia Saudí

La decisión del presidente Ronald Reagan, pendiente de la aprobación del Congreso, de vender a Arabla Saudí aviones equipados con el sistema de vigilancia Awacs, junto con piezas de recambio para los cazabombarderos F-15, coloca a Washington en muy buenas relaciones con los saudíes.

En realidad, la misión de Habib sería sólo la parte visible del iceberg diplomático que actualmente está enjuego en Oriente Próximo. Si los saudíes aceptan recomendar moderación a los sírios en la crisis de los misiles, es casi seguro que pedirán contrapartidas a EE UU orientadas a solucionar el núcleo clave de las tenciones entre árabes e israelíes: el futuro del pueblo palestino.

Medios periodísticos norteamericanos citan un plan de cinco puntos que Riad se prepararía a lanzar sobre el tapete de eventuales negociaciones para resolver el conflicto de Oriente Próximo, y obviamente, uno de los capítulos pasaría por el tema palestino.

Las elecciones generales en Israel, previstas para el próximo 30 de junio, hipotecan por el momento toda iniciativa de paz ante las incógnitas de la continuidad de Mertájerri Beguin.

A corto plazo, Estados Unidos desea evitar a toda costa un nuevo choque armado entre árabes e israelíes, capaz de cambiar las cartas de la baraja diplomática. Tal es el principal y único objetivo de la misión de Philip Habib, que se espera continúe la próxima semana.

Discrepancias entre EE UU y la URSS

Por otra parte, Washington considera, en el marco de intereses de las dos superpotencias en la zona, poco viable la iniciativa de una conferencia internacional sobre Oriente Próximo, expuesta hace una semana por el presidente soviético Leónidas Breznev. El Departamento de Estado norteamericano opina incluso que los soviéticos «no contribuyen de manera particular» a resolver la crisis.