Un restaurador británico cree haber descubierto un Velázquez en un pueblo de Gales (Reino Unido)
El cuadro fue hallado en una pequeña iglesia de la localidad de Clwyd
Un artista y restaurador galés asegura haber descubierto un cuadro del pintor Velázquez, mientras restauraba una pequeña colección de obras pictóricas en una iglesia de Clwyd, en el norte de Gales. Un historiador español, Alfonso Pérez Sánchez, subdirector del Museo del Prado, afirmó ayer, por su parte, que es difícil establecer si el cuadro descubierto en realidad es un Velázquez, aunque a él no le extrañan que aparezcan en el Reino Unido cuadros del autor español. El tema del cuadro hallado en Gales es velazqueño, de acuerdo con Pérez Sánchez. La pintura muestra a Jesucristo compartiendo comida con dos discípulos y parece que fue pintada entre 1617 y 1620. El hallazgo es obra de un artista llamado Thomas Dempster-Jones.
Al prevenir sobre el sensacionalismo que suele rodear presuntos descubrimientos de orden artístico, el profesor Pérez Sánchez indicó ayer a EL PAIS que no siempre los artistas tienen por qué ser historiadores ni los historiadores artistas.El descubrimiento sería de alto calibre si correspondiera a la realidad, escribe Andrés Ortega desde Londres, quien señala que Dempster-Jones fue llamado por los responsables de la Iglesia, cuyo nombre y localidad se mantienen en secreto por razones de seguridad. El artista, que también es restaurador, es un hombre de 67 años que hace un año comenzó a trabajar en las pinturas del citado templo, en el que descubrió un cuadro de unos dos metros de largo, por metro y medio de alto, que representaba a Jesucristo compartiendo un almuerzo con dos discípulos en Emaús. La obra fue donada a la iglesia en 1743, por un tal Lewis Younge. Dempster-Jones dice que data del año 1617.
El cuadro, colgado en la iglesia, estaba en muy mal estado, pero cuando el restaurador se puso a limpiarlo, cayó en la cuenta de ciue se trataba de una obra de gran calidad. Su conclusión, tras largas investigaciones sobre Velázquez, Caravaggio y Herrera es que «sin ninguna duda», secún declaró a EL PAIS, «se trataba de una obra del autor de Las Meninas. Algunos detalles, como el cuchillo, el pan y los platos, le impresionaron sobre manera como «típicos de Velázquez». Dempster-Jones mandó unas fotografías del cuadro a la Galería Nacional de Londres y al Museo del Prado de Madrid, pero hace unos cinco o seis meses ambas instituciones le contestaron que no creían que se tratara de un Velázquez. Un portavoz de la Galería Nacional de Londres indicó a este corresponsal que «hace un año» habían contestado al restaurador diciendo que aunque el cuadro entraba dentro del estilo de Velázquez, sus expertos no creían que se tratara de una de sus obras. Dempster-Jones llama esta reacción de los museos «táctica de distracción».
Existe el problema de asegurar el cuadro. Aunque de nuevo, según el restaurador la iglesia en cuestión no está interesada en venderlo ni en exhibirlo al público, sí quiere asegurarlo, y para ello es muy importante un certificado de autenticidad. La pintura podría llegar a valorarse en unos cuatrocientos millones de pesetas.
Thomas Dempster-Jones mantiene también que en 1968 descubrió un Goya, Mujer italiana y niño desnudo, de 45 centímetros por treinta centímetros. En 1935, una mujer lo consiguió en una rifa por un chelín, para finalmente colocarlo en su cuarto de baño. En 1968 quiso tirarlo a la basura, pero alguien le convenció de que se lo llevara a Dempster-Jones, quien lo compró por diez chelines. La sala de subastas Christie's rechazó su autenticidad, pero posteriormente dos expertos, los doctores R. Rolsmidgelessy, de Francia, y Herbert Paulus, de la República Federal de Alemania, confirmaron que era un Goya. Dempster-Jones lo tiene en su colección particular, y no quiere deshacerse de él.
Babelia
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