El mundo árabe ofrece ayuda militar a Siria y a los palestinos

Los ministros de Asuntos Exteriores de los países árabes decidieron ayer en la capital de Tunicia, en una reunión a puerta cerrada, mostrar el apoyo de sus Estados a Siria, a Líbano y a la resistencia palestina, según informó una fuente solvente de la conferencia extraordinaria de la Liga Arabe, que se desarrolló en la capital tunecina.

El acuerdo abarcaría tres puntos: apoyo militar a Siria en caso de ataque israelí; ayuda financiera y apoyo político al Estado libanés para contribuir al restablecimiento de su unidad y de su soberanía; por último, el acuerdo árabe incluiría también el soporte financiero y armamentístico a la resistencia Palestina, para sostenerla en su lucha contra las «agresiones de Israel».

Después de la sesión plenaria de apertura, veinte ministros de Asuntos Exteriores de otros tantos Estados árabes y dirigentes de la OLP realizaron una reunión a puerta cerrada, en la que escucharon una intervención del dirigente palestino, Yassir Arafat.

Por otra parte, el enviado especial del presidente norteamericano a Oriente Próximo, Philip Habib, regresó ayer inesperadamente a Tel Aviv, procedente de Beirut. La llegada de Habib a Israel fue calificada de sorpresiva por la radio oficial judía. Habib tenía previsto viajar ayer a Damasco, en vez de a Tel Aviv, si bien desistió de viajar a la capital siria en un momento en el que «todavía no he recibido una respuesta concreta a sus proposiciones o a las contrapropuestas sirias», sobre la crisis de los misiles entre Israel y Siria.

El secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig, declaró el viernes que Estados Unidos no está interesado en la propuesta soviética de celebrar una conferencia internacional sobre la situación en Líbano.

Haig expresa la preocupación de EE UU

Haig manifestó de nuevo la preocupación norteamericana por la crisis en Oriente Próximo, señaló que la situación continuaba siendo «muy delicada», pero que tenían algunas esperanzas en la misión de Philip Habib.El deseo de Estados Unidos, dijo Haig, es que la situación en Líbano vuelva al estado anterior a la crisis provocada por Siria e Israel y un posterior fortalecimiento de la autoridad del Gobierno libanés.