Actividad diplomática mexicana para lograr una reunión "cumbre" entre Reagan y Breznev

Gracias a una iniciativa de México -apoyada por algunos dirigentes socialdemócratas europeos- los dos jefes de Estado más poderosos de la tierra podrían encontrarse el próximo mes de octubre en Cancun (Estado de Quintana Roo, México).

El presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, estará presente entonces en la isla veraniega del Caribe mexicano para asistir a la Conferencia Norte-Sur. Aún queda por confirmar que acuda el líder soviético, Leónidas Breznev.Según se ha podido saber de fuentes diplomáticas occidentales, el jefe del Gobierno austriaco, Bruno Kreiski, invitó a Breznev a asistir a dicha reunión. La invitación fue tramitada durante la visita que hace un par de meses realizó a Viena el presidente del Consejo de Ministros de la URSS, Nikolai Tijonov.

El secretario de Relaciones Exteriores de México, Jorge Castañeda -que ayer llegó a Moscú-, mantendrá hoy conversaciones al más alto nivel en el Kremlin y se espera que reitere esta invitación.

Durante su discurso de ape rtura del 26º Congreso del Partido Comunista dé la Unión Soviética (PCUS), Leónidas Breznev planteó la necesidad de una reunión en la cumbre de las dos potencias. La conferencia de Cancun darla oportunidad a ambos estadistas de «coincidir» durante unos días.

Sin embargo, el Kremlin parece mostrar ciertas reticencias ante la onferencia Norte-Sur, que es considerada, en cierto modo, corno una alternativa socíaldemócrata al movimiento de los «no alineados».

Yugoslavia será el único país protago nista de este movimiento que asista a la Conferencia de Cancun. Según se ha podido saber, el Gobierno mexicano habría convencido a Fidel Castro de que no acudiera a Cancun para hacer posible la asistencia de Reagan, que no habría querido coincidir con el líder cubano.

Durante su visita a Moscú, el canciller mexicano, Jorge Castañéda, hablará con las autoridades soviéticas de los problemas de Centroamérica y el Caribe. México es el único país latinoamericano que mantiene relaciones correctas con el Gobierno n icaragüense y la relistencia salvadoreña, así como con los regímenes comunistas caribeños de Cuba y Granada.

La visita del canciller Castañeda -que estaba prevista desde hace más de un año- puede dar lugar a alguna iniciativa para tratar de solucionar los problemas de Centroamérica y el Caribe. En Moscú no se cree que el secretario de Relaciones Exteriores mexicano haya llegado precisamente con el portafolios vacío.

Durante la presidencia de José López Portillo, México ha ido esbozando una política exterior bien diferenciada de la de su vecino del Norte, Estados Unidos. Ahora, cuando queda poco más de un año para que finalice su mandato, el presidente mexicano continúa avivando las actividades de sus diplomáticos.

Uno de los posibles sucesores de López Portillo -Jorge Díaz Serrano, director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), antiguo socio del vicepresidente estadounidense George Bush, considerado como el aspirante más pronorteamericano a la candidatura oficial para la presidencia de México- visitó la pasada semana Moscú para firmar un acuerdo que habrá de influir decisivamente en el futuro de las relaciones soviético- mexicanas.

No se sabe bien si para sacudirse el sambenito de pronorteamericano u obedeciendo órdenes de su Gobierno, Diaz Serrano concluyó un acuerdo por el cual México enviaría a Cuba el petróleo que este país recibía hasta ahora de la URSS, mientras que dos de los clientes tradicionales de México -Yugoslavia e India- serían abastecidos por la Unión Soviética.

Para la puesta en práctica de este acuerdo, se espera tan sólo la respuesta positiva de los Gobiernos de La Habana, Belgrado y Nueva Delhi.