Indignación de los aficionados por las suspensiones del domingo en Madrid y otras plazas
Las suspensiones de los festejos que estaban anunciados para el domingo en las plazas de Las Ventas (Madrid), Valencia y Málaga provocaron la indignación de los aficionados en las capitales respectivas, pues, en su opinión, no existían suficientes razones para que justificaran la medida.
En Madrid, la suspensión fue acordada el sábado a mediodía, cuando aún no podía saberse con certeza qué tiempo haría el domingo. La Diputación Provincial, propietaria del coso, y que se reserva, según el contrato de arrendamiento del mismo, la posibilidad de vigilar o corregir determinadas acciones de la empresa, tiene una parte de responsabilidad en esta decisión, que ha dejado perplejos a los aficionados.El domingo no fue, en efecto, el día ideal para toros, pues transcurrió fresco y ventoso, pero la novillada se habría podido dar sin ningún inconveniente. Y otro tanto ocurrió en Valencia, donde la corrida de la Prensa, en la que iban a actuar mano a mano Dámaso González y, Niño de la Capea, fue aplazada con el pretexto de la inseguridad del tiempo, cuando en realidad no cayó una sola gota de agua durante toda la jornada e incluso por la tarde hizo una temperatura espléndida. Finalmente, en Málaga también se aplazó la novillada que iban a torear Rafael Torres, José Ortega y El Merlo, a causa -decía el aviso «oficial»- de haberse inutilizado varias reses en los corrales. Sin embargo, los aficionados malagueños sospechan que la causa verdadera estaba en el taquillaje vendido. Por otra parte, en Zaragoza se aplazó asimismo la corrida, por lluvia. Estaban anunciados Manzanares, Palomo Linares y Emilio Muñoz.
Babelia
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