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Incidentes en la prisión de Valencia al negarse los reclusos a tomar la comida

La cárcel Modelo de Valencia registra alta tensión entre los reclusos que se apiñan en sus celdas. El momento álgido de estos incidentes se produjo el pasado domingo, día 3, al entrar la policía antidisturbios por requerimiento de la dirección de la prisión para disuadir a los presos de su negativa a tomar la comida del día, según informaciones recogidas entre sus familiares.

Uno de los reclusos ha hecho llegar a sus padres una carta con fecha 6 de mayo, en la que describe los incidentes del domingo. «Me han metido en celdas y me han golpeado en la cara igual que a más de cien presos más». En estos términos comienza su carta, que sigue diciendo: «El domingo, día 3, a las dos de la tarde, hora de comer aquí, hubo una cuarta parte de la segunda galería que se negó a tomar la comida. Entonces nos cerraron a todos en nuestras celdas».EL PAIS intentó confirmar la versión de los familiares y de la carta del recluso con la dirección de la prisión, pero hasta el momento ha resultado infructuoso. En una primera llamada, el responsable de la centralita telefónica de la cárcel dijo que el director estaba ocupado. «Llame dentro de cinco minutos, que le atenderá», manifestó. A la llamada siguiente tampoco fue posible hablar con el director. «Está hablando con Madrid, con la Dirección General», alegó el mismo responsable. La tercera vez no pudieron localizarle y la cuarta había salido y hasta el lunes no podría atender la llamada. Por otra parte, ningún otro funcionario de la prislón quedó autorizado para dar una versión oficial de los hechos.

Hacinamiento humano

Según los datos recogidos entre los familiares y letrados de los presos, el pasado domingo se produjeron graves incidentes al intentar encerrar a varios funcionarios en celdas para exigir mejoras en las condiciones de la prisión. La situación fue controlada con la ayuda de la policía. Numerosos presos del millar largo que está ocupando unas galerias habilitadas para trescientos reclusos fueron reducidos a la fuerza, despojados de la ropa y encerrados en celdas de castigo. Además del hacinamiento humano de la cárcel, por falta de instalaciones adecuadas, donde se da el caso de que cinco presos se reparten una colchoneta, la higiene en la cocina es lamentable.Desde el domingo los reclusos se niegan a aceptar la comida de la prisión y sólo se alimentan de aquello que les entregan sus familias en las visitas. Varios de ellos, en estos encuentros, mostraron las heridas causadas en los incidentes. Al parecer, se han tomado sanciones contra los considerados promotores de la revuelta, encerrándoles en celdas de castigo. Fuentes próximas a los abogados manifestaron que se presentará en el Juzgado de Guardia una denuncia sobre la situación de la prisión, para que el ministerio fiscal proceda a comprobarla sin más dilación.

El pasado viernes la tensión parecía haber remitido. Se da la circunstancia de que los reclusos guardaron un estricto silencio durante los dos minutos fijados por las fuerzas políticas para rechazar la escalada terrorista de los días últimos.

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