_
_
_
_
La CEE tiene cuatro grandes asociaciones representativas

Las organizaciones de consumidores, importantes protagonistas en el Mercado Común

El movimiento consumidor en los países europeos integrados en el Mercado Común se caracteriza por ser numeroso, fuerte y estar distribuido en distintos estamentos. Por un lado, están las organizaciones de consumidores puras, y, por otro, las grandes organizaciones sociales -familiares, cooperativas, femeninas y sindicales- que tienen entre sus objetivos la defensa e información del consumidor. Esto hace que ,en países como Francia y Bélgica los consumidores cuenten con no menos de quince organizaciones para defender sus derechos. Para completar este panorama, existen instituciones estatales para la vigilancia de la calidad, el etiquetado, etcétera, y los partidos políticos tampoco se olvidan de los consumidores en sus programas.Las organizaciones puras de consumidores son apolíticas, independientes y sin ánimo de lucro, mientras que las otras pueden tener un carácter cristiano, socialista, obrero, etcétera, y defender al consumidor dentro de sus ideologías. La financiación se realiza en general mediante tres vías: las cuotas de los socios, las subvenciones y la venta-suscripciones de las publicaciones. Cada organización suele tener una revista mensual destinada a los consumidores, y a veces también las tienen las instituciones estatales. Las tiradas son considerables y no llevan publicidad; las más conocidas en el continente son: Que Choisir? y 50 Milions de Consommateurs, de Francia; Which?, del Reino Unido; Test Achats, de Bélgica, y Test, de Alemania. Algunas de estas grandes tienen publicaciones específicas dedicadas al crédito, al turismo, etcétera. En algunos países existen programas específicos de radio y televisión y siempre se da una colaboración con estos medios.

Las actividades del movimiento consumidor se encaminan también a la presión para conseguir leyes adecuadas o la eliminación de productos peligrosos. La campaña que alcanzó una completa repercusión comunitaria fue la del boicoteo a la carne de ternera por su tratamiento con hormonas. La organización más aficionada a este medio de presión es la Unión Federale des Consommateurs (UFC), de Francia, que cuenta en su haber con las siguientes: seguridad de las motos, boicoteo de colorantes, envases de poliestireno, la contaminación de, las playas, el amianto y el boicoteo de aerosoles.

Por otra parte, la CEE tiene cuatro organizaciones de representación de consumidores: uniones de consumidores (BEUC), organizaciones familiares,(COFACE), cooperativas de consumo (EUROCOOP) y confederación de sindicatos (CES). Además, en todos los países miembros se aplican programas de la Comunidad Económica Europea para la política de protección al consumidor, el segundo de los cuales se encuentra hoy en vigor. Este segundo programa fue aprobado en 1979 por el Consejo de las Comunidades Europeas y cubre el quinquenio 1980-1985.

El segundo programa se reafirma en la línea del primero -adoptado en 1975-, de defensa de los cinco derechos clave del consumidor: a la protección de su salud y de su seguridad, a la protección de sus intereses económicos, a la reparación de daños, a la información y educación y a la representación; pero da nuevos pasos y adopta nuevos puntos de vista. Hace incidencia en lograr un mejor diálogo entre consumidores y productores-distribuidores; en las circunstancias económicas actuales, con especial atención a los precios de bienes y servicios y a la calidad de los servicios; en pasar de una política defensiva a otra de orientación más positiva, y el considerar al consumidor no como un simple comprador y usuario, sino como una persona implicada en todos los aspectos de la vida social que le afectan directa o indirectameníe.

La ejecución del segundo programa fija acciones en orden a los objetivos propuestos por el primero, que abarcan los derechos básicos enunciados en temas concretos, y que son de tres tipos: continuación de las ya emprendidas, acciones específicas y acciones prioritarias. Conviene resaltar que en el campo educativo-informativo se va a potenciar la publicación de informaciones tegulares en los medios de comunicación; se va a publicar un informe periódico sobre el estado de la protección de los consumidores y la evolución del movimiento y se va a difundir información respecto a la relación calidad-precio, a los precios en sí y a las diferencias de precios en zonas geográficas accesibles a un mismo consumidor. Se fomentará también el desarrollo de etiquetado voluntario y la realización de pruebas comparativas.

El "Ombudsman" defiende al consumidor nórdico

La defensa del consumidor en los países nórdicos se caracteriza por una acusada intervención del Estado, aunque existan algunas organizaciones a nivel local, y en Finlandia una de ámbito nacional. La figura que distingue a estos países del resto es, sin duda, la del Ombudsman, el defensor del consumidor, que trabaja dentro de una Dirección Nacional de Política del Consumidor. Las ideas políticas rectoras del consumo en Escandinavia se pueden resumir en la necesidad de que el consumidor pueda influir en la economía de mercado para que ésta marche satisfactoriamente. Sin embargo, la posición del consumidor es débil frente a productores, distribuidores y empresas, por lo que el objetivo fundamental de la política de consumo es conseguir el equilibrio consumidor-mercado.

La labor de la Dirección Nacional y del Ombudsman se ejerce a nivel local y se puede concretar en tres funciones: ser el brazo alargado de los consumidores, dar servicios a la actividad central comunal y facilitar las decisiones políticas del consumidor a nivel local. La actividad política comunal de los consumidores suecos, por ejemplo, fue aprobada por el Parlamento en 1975, y en el 1977, el 66% de las comunidades tenía algún tipo de actividad en este sentido. Las obligaciones de los ombudsman locales tienden a ayudar a los consumidores. a hacer compras lógicas y apropiadas, y a reparar las poco apropiadas por fallos de calidad. En esta línea se pueden enumerar: dirigir los caminos para el consumo individual, dar consejo antes de comprar, informar de todo -legislación, derechos, deberes, etcétera- acerca del consumo, informar al ombudsman central, contestar a las preguntas de las autoridades y apoyar todas las actividades políticas de los consumidores.

Los programas esenciales de los organismos estatales se centran en actividades encaminadas a influir en la situación del mercado para que se amolde a las necesidades del consumidor, en actividades para influir en funciones generales de importancia para el consumidor y en la información general a los consumidores. Se establecen directrices para la promoción mercadotécnica y el diseño de productos, la publicidad y la promorción comercial engañosas son punibles por la ley, se puede emplazar a los empresarios que omitan información de importancia para el consumidor y se pueden prohibir los productos que supongan riesgo de lesión, de daño a la propiedad o que carecen de adecuación para el propósito principal al que han de servir.

El Ombudsman no puede por su cuenta dictar una resolución, pero ha de llevar los casos en conflicto al Tribunal de Mercado, que aplica las leyes de mercado, y si el industrial implicado no cumple la resolución de éste, se lleva el caso ante los tribunales de justicia ordinarios.

Por otro lado, el consumidor puede presentar sus denuncias o quejas a la Cámara de Reclamaciones de forma muy fácil, ya que puede acudir sin abogado y los trámites son bastante rápidos. Las decisiones de la cámara tienen el carácter de recomendaciones, pero se cumplen en su mayoría. La legislación básica de defensa del consumidor se va complementando con los nuevos aspectos del mercado y surgen así nuevas leyes de ventas, ley de Ventas a Domicilio, ley sobre Agencias de Turismo o ley de Crédito al Consumidor.

En cuanto a la información al consumidor, se realiza básicamente a través de los medios de comunicación. En todos los países nórdicos hay una revista mensual específica de consumo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_