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Moscú cuenta con Libia para jugar un papel activo en Oriente Próximo

El Kremlin parece haber iniciado una ofensiva diplomática para arbitrar soluciones a los problemas de Oriente Próximo y fortalecer su papel en el mundo árabe. Ayer llegó a Moscú el jefe del Estado libio, Muamar el Gadafi, quien mantendrá durante tres días conversaciones con los dirigentes soviéticos. La visita del líder revolucionario libio se produce una semana después de sus viajes relámpago a Mauritania y Argelia.Gadafi fue acogido con los habituales honores de jefe de Estado: dos columnas con biografía y foto en la primera página de Pravda y constante alusión a su visita en todos los boletines radiofónicos.

El viaje del líder libio se ha iniciado justamente dos días después de que el ministro de Asuntos Exteriores de Kuwait, jeque Al-Yaber Assabah, finalizara sus conversaciones en Moscú con su colega soviético, Andrei Gromiko.

La bienvenida a Gadafi puede ser calificada sin reservas como «muy calurosa». El propio jefe del Estado soviético, Leónidas Breznev, fue a recibirle al aeropuerto y le abrazó bajo la lluvia.

Radio Moscú destacaba ayer el papel «antiimperialista y anticolonialista» de la revolución libia, su militancia en el Frente de Firmeza y su oposición a los acuerdos de Camp David. Gadafi, según la agencia oficial de su país, ha venido precisamente a Moscú en representación del Frente de Firmeza (Argelia, Siria, Libia, Yemen del Sur y OLP).

Durante los tres días que durará la visita de Gadafi se hablará, sin duda, de la alternativa propuesta por el Kremlin a los acuerdos de Camp David. Moscú viene insistiendo durante los últimos meses en que la solución para los problemas de Oriente Próximo pasa por una conferencia internacional en la que también debería estar la OLP.

Diplomacia soviética

En unas declaraciones hechas públicas el sábado pasado, minutos después de que finalizara su visita a Moscú, el ministro de Asuntos Exteriores de Kuwait avaló este proyecto de la diplomacia soviética.El jeque Al-Yaber Assbah, en una entrevista concedida a la agencia oficial Tass, afirmaba también que era necesario asegurar la «desnuclearización» del golfo Pérsico y el pacífico transporte del petróleo en esa zona.

En este sentido, el jeque kuwaití coincidía también con la propuesta del Kremlin, formulada el pasado otoño, de que todas las flotas ajenas a los países ribereños debían abandonar el golfo Pérsico.

La visita de Gadafi toma un especial relieve, dado que en un futuro próximo otros dos dirigentes del Frente de Firmeza -el argelino Chadli Benjedid y el palestino Yasir Arafat- vendrán a entrevistarse en Moscú con las más altas autoridades soviéticas.

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