La Comisión europea de Derechos Humanos media en la crisis del Ulster
La intervención de la Comisión Europea de Derechos Humanos podría ser ya la única salida a la crisis provocada por la huelga de hambre del preso del IRA y diputado británico Bobby Sands, que hoy entra en su 56º día de ayuno, mientras los grupos protestantes paramilitares se reagrupan.En la noche de ayer, el Gobierno británico mantuvo conversaciones con los representantes de dicha comisión, llegados a Londres tras la solicitud presentada por Marcela Sands, hermana de Bobby.
En diciembre de 1980, la Comisión ya había resuelto en contra de una solicitud similar, pero había pedido al Gobierno británico que mostrara una mayor flexibilidad hacia estos presos norirlandeses. La solicitud de Marcela Sands se basa en la supuesta violación del derecho a la vida, de la prohibición de tratos inhumanos o degradantes y de la libertad de expresión. El Gobierno británico está dispuesto a cooperar con los representantes de esta Comisión, que pronto viajarán a Belfast para entrevistarse con Sands.
Sands ha aceptado entrevistarse con ellos, si a la reunión asisten Brendan McFarland, comandante de los provisionales en la cárcel de Maze, y otros republicanos. De aceptar esto, el Gobierno británico estaría reconociendo de hecho la organización del IRA en la cárcel de Maze, pero la aceptación por Sands de la mediación de esta Comisión significaría el fin de la huelga de hambre, ya que una resolución sobre su solicitud tardaría unos meses.
Ayer no hubo ningún disturbio notable en Irlanda del Norte, debido a una gran tormenta de nieve. Por su parte, signo de la gravedad de la situación, los grupos protestantes paramilitares han resuelto resucitar el Consejo Militar del Ulster, para coordinarse. Este Consejo tuvo un papel destacado en 1974, durante la huelga de los protestantes.
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