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Unas tres mil personas despidieron al escritor catalán Josep Pla

Unas 3.000 personas asistieron ayer tarde al funeral corpore insepulto, oficiado en la iglesia parroquial de Palafrugell por el escritor Josep Pla, fallecido el jueves en su masía de Llofríu. A continuación, los restos mortales del escritor fueron conducidos a la sede del Ayuntamiento, donde fueron despedidos. El cuerpo fue enterrado en el cementerio de Llofríu, pequeño pueblo colindante con Palafrugell, y en cuyo término se alza la masía en la que Pla pasó gran parte de su vida. Desde una hora antes de la fijada para la ceremonia religiosa, las cinco de la tarde, las calles de Palafrugell se encontraban completamente abarrotadas de público, por lo que la capacidad del templo parroquial de Sant Marti de Palafrugell se ha visto totalmente desbordada, debiendo permanecer en la calle mucha más gente de la que consiguió entrar en su interior.

Los edificios oficiales de la localidad, así como muchas casas particulares, mostraban banderas catalanas y españolas con crespones negros, que fueron colocadas en el momento en que el Ayuntamiento de esta localidad decidió declarar día de luto oficial la jornada. El público que se encontraba en las calles de Palafrugell ha dedicado una entusiasta ovación al ex presidente de la Generalidad, Josep Tarradellas, cuando ha llegado al templo, pocos minutos después de las cinco de la tarde.La presencia del féretro en que reposaban los restos de Pla ha sumido en absoluto silencio a la población. Sobre dicho féretro habían sido depositadas un ramo de castaño, de la finca de Pla, y otro ramo de rosas, atadas con la bandera catalana.

El duelo familiar estuvo presidido por el hermano y las dos hermanas del finado. El oficial lo fue por el presidente del Parlamento catalán, Heribert Barrera, y el consejero de Economía y Finanzas de la Generalidad, Ramón Trías Fargas, quien representaba al presidente de la institución. Estuvo también presente el consejero de Cultura y Medios de Comunicación, Max Cahner, y el director general de Actividades Artísticas y Literarias, Alber Manent. Es de señalar que estuvieron presentes muy pocos escritores catalanes. Entre ellos destacaban Josep Maria Castellet, Tomás Garcés y Joan Colominas.

Homilía del abad del monasterio de Poblet

Pronunció una homilía el abad del monasterio de Poblet, Maur Esteve. Señaló los méritos de la obra de Pla, a la que, afirmó, «hemos de juzgar independientemente de la ideología política y social de su autor». También se refirió a algunas obras que quizá Pla no debía haber escrito, y analizó los méritos léxicos y la riqueza de las descripciones de la obra de Pla. Destacó, por encima de todas las demás características, su importancia como elemento de conservación de «la llama de la lengua catalana en momentos en que ésta parecía condenada a desaparecer».«El juicio sobre las ideas de Josep Pla», añadió el abad, «lo hemos de dejar para Dios, ya que es el único que conoce la intimidad de las personas». Comentó que al darle la extremaunción al escritor catalán, éste « estuvo sereno y su cara reflejaba alegría. Se ha comentado que se ha hecho poco por Josep Pla en vida, y ahora, lo mejor que podemos hacer por él es rezar. Era un hombre religioso y de contrastes».

"Sigue entre nosotros"

«Para nosotros, Josep Pla no ha muerto, sino que sigue entre nosotros con su obra y con su gran afecto por Palafrugell y por el Empordanet que los ha hecho universales», ha manifestado el alcalde de Palafrugell, Albert Juanola, en torno a la muerte del insigne escritor. «El sentimiento del pueblo, en Palafrugell, es unánime. Aquí todos le queremos con gran afecto. El quería tanto, tanto, esta ciudad, que se quedó a vivir con nosotros. En la última conversación que tuve con Pla, y que demuestra el gran interés que tenía por el pueblo, se interesó por la marcha de los trabajos en la red de alcantarillado. Seguía con gran interés cuanto se hacía en el pueblo».Recuerda también el alcalde el interés de Josep Pla por la biblioteca que donó a Palafrugell, y que le dijo hace poco, al ser traspasadas las bibliotecas a la Generalidad, que la que él donó se quedará aquí: «Que la Generalidad aguante aquí la biblioteca», dijo Pla. El alcalde ha señalado que el Ayuntamiento ha continuado durante los últimos meses los actos culturales en homenaje a Josep Pla, y que culminaron con el pleno municipal en el que unánimemente nombró al escritor hijo predilecto de la ciudad.

El cuerpo de Josep Pla fue enterrado en el panteón familiar, un doble nicho de cara al sol poniente. Sobre la lápida, una cruz en mármol y la inscripción «Familia Pla».

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