Una nueva propuesta oficial puede desbloquear el lunes la negociación sobre precios agrarios

En la última reunión de la comisión reducida que ha llevado las negociaciones de los precios agrarios, y a la vista de los nulos resultados conseguidos hasta el momento, se acordó que cada organización presentase su tabla de precios para cada uno de los productos sometidos a regulación de campaña. Estas peticiones serán estudiadas durante este fin de semana por los representantes del Ministerio de Agricultura, quienes llevarán una nueva propuesta a la reunión del lunes, en un intento de sacar a las negociaciones de los precios agrarios del punto muerto en el que se encuentran.

Las negociaciones de este año dieron comienzo en el mes de marzo, fijando los precios de la remolacha y el algodón, que revestían caracteres de urgencia por la inminencia de la siembra. Posteriormente se suspendieron hasta el 2 de abril para que las organizaciones agrarias estudiaran los datos del cuadro macroeconómico entregado por el Ministerio de Agricultura. Desde que se reanudaron las conversaciones no se ha logrado alcanzar un acuerdo respecto a estas cifras, fundamentalmente en los apartados de la producción final agraria de la campaña pasada y la prevista para la actual, la disminución de la población activa, la renta agraria y el aumento de los costes del sector.La Administración fijó su postura en un documento elaborado por el FORPPA en el que se hace alusión a la difícil situación por la que atraviesa la economía del país y también el sector agrícola, en el que se ha producido una elevación de los gastos de fuera del sector y una estabilización de la demanda. Según el informe de 1981, el campo deberá absorber una menor inflación de costes.

Adelanta la teoría de que en las negociaciones de precios se deberán tratar no sólo éstos, sino las medidas complementarlas, opinión en la que coincide con los representantes del sector, si bien los últimos muestran gran desconfianza porque las que se han fijado en campañas anteriores no se han cumplido.

Por último, señala que la Administración no está dispuesta a conceder una subida superior al 12% sobre los precios de la campaña anterior, en base a que la producción final agraria sólo descenderá en 1981 un 2,4%, y que el incremento real de los gastos de fuera del sector oscilarán alrededor del 0,8%.

Por su parte, las cinco organizaciones agrarias de ámbito nacional con representación en la mesa de negociaciones del FORPPA solicitan aumentos globales que oscilan entre el 20% y el 30%, aunque algunas de ellas, especialmente la COAG y la FTT, están dispuestas a aceptar aumentos inferiores a los citados, siempre y cuando se aumenten las rentas de los agricultores a través de un importante paquete de medidas complementarias.

Por lo que respecta al descenso de la producción final agraria previsto para este año, las organizaciones agrarias son más pesimistas que la Administración. La CNAG opina que disminuirá en un 30% en relación con la campaña anterior, y UFADE, en un 9,5%, mientras tanto la Administración, por medio del Ministerio de Agricultura, daba un 2,4%, y Hacienda, un 1% de descenso.

Este año se reanudan las negociaciones

Tras un año de paréntesis, en el que los precios fueron fijados por el Gobierno sin que hubiera existido negociación, en esta campaña se ha vuelto a cambiar de método. En un principio las negociaciones se deberían haber efectuado dentro del serio del Consejo General del FORPPA, que no ha llegado a constituirse debido a las impugnaciones de la FTT y de la Asociación de Ganaderos del Reino, por lo que se ha tenido que constituir una comisión especializada que se hiciese cargo de las negociaciones por este ano. En ella están representadas las cinco organizaciones agrarias de ámbito nacional, la Administración y la Confederación Nacional de Cámaras Agrarias, entre otras instituciones.Tampoco se ha llegado a un acuerdo sobre si la negociación debe ser global o producto por producto. Según todas las informaciones recogidas por EL PAIS, el método que se va a imponer con toda seguridad es el de una negociación global, de acuerdo con las cifras del cuadro macroeconómico, la subida se repartirá entre los diversos bloques de productos, y ésta a su vez se volverá a repartir entre cada uno de los productos de ese bloque. Sin embargo, anteriormente habrá que lograr un acuerdo sobre cuáles son los productos que componen cada bloque, punto en el que las diversas organizaciones sostienen distintas posturas.

Los 19 productos

El total de productos sometidos a regulación durante, la presente campaña es de diecinueve. Para dos de ellos, en concreto, la remolacha y el algodón, ya se han fijado los precios y las medidas complementarias. El resto son el trigo, la cebada, avena, centeno, maíz, sorgo, leguminosas, arroz, girasol caña de azúcar, vino, aceite, carne de vacuno, carne de porcino, carne de pollo, huevos y leche, que se presenta como el más conflictivoEn caso de negociarse un aumento global, que luego se dividiera entre los diversos productos cebada, avena, centeno, leguminosas pienso, arroz, girasol, carne de pollo y huevos deberían tener precios adaptados a la media, según se desprende de un informe elabora do por la Confederación Nacional de Cámaras Agrarias, y que ha sido muy bien acogido por las organizaciones agrarias.

Por otro lado, el maíz y el sorgo deberían tener incrementos superiores a la media, debido a que son parte fundamental de la alimentación del ganado, y hasta e momento se importan grande cantidades. También debería estar en este apartado la remolacha para aumentar las reservas de azúcar, y el vino y el aceite, para intentar acercar nuestros precios a los de los países del Mercado Común, ya que ahora mismo son los más distanciados.

Los productos cuyos precios deberían permanecer por debajo de la media son el trigo, la carne de vacuno, la carne de porcino y la leche. En el caso del trigo, porque e absorbido en su totalidad por la Administración, y en el del vacuno y porcino, porque hay excedentes. Tampoco se debe primar la producción de leche, porque nos encontraremos con el problema de los excedentes lácteos del Mercado Común.

En el apartado de las medidas complementarias, en el que tanto la Administración como algunas organizaciones agrarias están de acuerdo este año, se ha elaborado un cuadro muy completo en el que se incluyen desde un aumento en las subvenciones para gasóleo y los fertilizantes a la promoción de cultivos complementarios y sustitutorios y a una mayor rapidez en los pagos de algunos productos.

Durante los últimos días de las negociaciones, y debido al estancamiento en las que éstas se encontraban, se ha comenzado a especular con una nueva fórmula de negociación basada en el control de gastos del sector agrícola.

De acuerdo con esta teoría, se establecerían unas previsiones de aumento de los gastos del sector para este año, y en base a ellas se elaborarían los precios; en caso de que los gastos sobrepasaran los límites estipulados, automáticamente se revisarían los precios.

Por primera vez en los últimos años, representantes de las cinco organizaciones agrarias de ámbito nacional se reunieron con los miembros de la Comisión de Agricultura del Congreso de los Diputados. En la reunión se trató de la situación general del sector agrario, del paquete legislativo pendiente de aprobación en la citada comisión, de la situación social del campo, agravada por la sequía, y el aumento del paro, de las organizaciones agrarias y su patrimonio sindical y de la incidencia que tendrá la entrada de España en el Mercado Común.