España y Polonia
Wojtyla ha desestabilizado Polonia, más que con su viaje, con la política anterior/ posterior. Wojtyla h a desestabilizado Polonia mediante Walesa, y ahora está desestabilizando a Walesa mediante la duda, el paso atrás, la moderación, tan característicos de la Iglesia.¿Wojtyla va a desestabilizar España? Como me dice el mágico pintor Antonio López, pastorcillo de Belén con zurrón de ángel manchego, los viajes de los Papas son meramente publicitarios y no dejan estela, «porque están fuera de la realidad». Pero el enviado de Wojtyla en la tierra sin pan de Buñuel, o sea, Innocenti, estuvo a punto de convertir en papel mojado de agua bendita la ley de Divorcio, ya que, si no intervino en el documento episcobispal, «estaba de acuerdo con él», como confesó. Y ahora la mano de cera y prudencia de la Iglesia ha estado a punto de convertir en papel mojado de. agua bendita las decisiones sobre/contra el terrorismo, mediante un documento que también parece revisitado por ese espíritu santo de la Nunciatura y la Rota que es Innocenti. Calvo Sotelo le llamó a su despacho y el Gobierno protesta, más o menos, por «injerencias» ante el Vaticano. Almuerzo en Lhardy con Paco Ordóñez, su hermano José Antonio, Los pintores Lucio Muñoz y Antonio López, mi muy querido Luis Carandell y más personal, a la luz de un candelabro conspiratorio, para celebrar un poco la tramitación de la ley de Divorcio y otro poco los éxitos y homenajes de José Antonio Fernández Ordóñez. Alguien suelta la frase como un dulce disparo:
-Wojtyla es un desestabilizador.
Para la Iglesia -reino de este mundo con mucha mano en el otro-, la Polonia burocratizada, satelizada y sometida por el socialismo soviético es más o menos como la España de Constitución aconfesional y gran Prensa laica. Un peligro.
Paco Ordóñez trata de desmentir/ racionalizar ese fácil eslogan de que Wojtyla es un desestabilizador. Según la observación de Antoñito López, lo más desestabilizador de la visita del Papa, dicen que para el otoño, no es el millón de personas que va a reunir en Madrid (homenaje natural a su representación-, sino la política vaticana de antes y después, la que de alguna manera ha revisitado, como espíritu puro o ángel sin sexo político, a los tres obispos/tres Marías de retén en el País Vasco, inspirándoles un documento donde jamás se habla de España ni Constitución. Me invitan a cenar en casa de los Calleja -ojos oscuros de la rubia María- con la dorada basca de cada noche, más el radiestesista que averiguó el secreto parapsicológico y masónico del Valle de los Caídos. Princesas, generales, banqueros, gentes en trámite de separación. Gente indesestabilizable. A quien puede desestabilizar las tres Marías es a la España profunda de que ya he hablado en esta columna, porque «toda España en provincia», como dijo alguien, a las clases medias, al lumpemproletariat ideológico. Luis Escobar me anuncia la posible reapertura de Joy/Eslava y me invita a comer en su casa. Luis (el personaje que hace en el filme de Berlanga) es ejemplo real de la facilidad con que en ciertos casos se puede «inhabilitar» a una esposa o un marido, que es otra forma de divorcio fuera del alcance de los chabolistas, y que la Iglesia no parece haber condenado nunca, ni trinitariamente ni unigénitamente.
Lo dijo don Manuel Azaña en la Granja del Henar, quizá por hacer una frase: «España ha dejado de ser católica». No, don Manuel: España se divorcia, vota socialista, combate los neocarlismos, pero no ha dejado de ser católica. Wojtyla, que quiere hacer de Polonia la excepción democrática al sovietismo, puede hacer de España la Polonia excepcional y triste de la Europa democrática.
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