El aumento medio de los precios agrarios de la CEE ha sido fijado en torno al 9%

Los ministros de Agricultura de los diez países miembros de la Comunidad Económica Europea (CEE) llegaron a primera hora de la madrugada de hoy jueves, a un acuerdo sobre los precios agrarios para la próxima campaña, que prevé un incremento medio del orden del 8,9% al 9,5%, según declaró el ministro británico de Agricultura Irlanda retiró una hora más tarde todas sus reservas sobre dicho acuerdo.

Los nueve millones de agricultores europeos se beneficiarán, por este acuerdo, de un alza garantizada de precios del orden del 9%. Teniendo en cuenta los ajustes monetarios debidos a la devaluación de la lira italiana y a la revaluación de la libra esterlina, Italia tendrá un beneficio adicional del 7%, Francia, Dinamarca y Grecia, del 2,8%; Irlanda, del 3,9%, y Holanda, del 0,7%.Los debates de los ministros, que se prolongaron duran te los últimos tres días en el edificio Carlemagne, de Bruselas, se vieron rodeados de un ambiente bastante enrarecido por las continuas manifestaciones de agricultores llegados de toda la Europa comunitaria. Los campesinos, que se relevaron disciplinadamente cada día, hicieron sonar incansablemente sirenas, explosionaron petardos, tiraron cohetes que rasgaban el aire como aviones a reacción, cuando no arrojaron huevos y patatas contra los escasos políticos que se atrevieron a salir del edificio. Las fuerzas de la policía belga que, con equipo antidisturbios, protegían la sede del Consejo de Ministros, efectuaron ayer una carga e intentaron periódicamente calmar los ánimos con repetidos lanzamientos de bombas lagrimógenas, que hacen huir en desbandada a los agricultores para reunirse de nuevo minutos después. El ambiente era tan tenso en la madrugada del miércoles, que el presidente del Consejo, el holandés Gerry Braks, amenazó con suspender la sesión. «No hay forma de trabajar con tal ruido», se quejaban los funcionarios de la comisión.

A buena hora de la madrugada se creyó que el acuerdo era cuestión de poco tiempo. El ministro francés señaló que ya existían todos los elementos para «una solución feliz», pero, una vez más, Gran, Bretaña echó un jarro de agua fría. Antes de dar su aprobación quería saber exactamente cuál era la repercusión de los nuevos e hipotéticos precios en el presupuesto global de la Comunidad. A las siete de la mañana de ayer, los ministros y sus expertos, agotados, suspendieron la sesión para reanudarla a las cinco de la tarde.

Peter Walker, titular británico de la Agricultura y de la Pesca, fue obteniendo, poco a poco, algunas de sus peticiones y, empujado por la República Federal de Alemania, que mantenía una posición conciliadora, terminó aceptando los aumentos que los técnicos propusieron a media tarde de ayer: 9% para la leche; 10% para la carne bovina; 11% para la porcina, 6,5 % para los cereales, 9% para el aceite de oliva... A cambio, los comunitarios abandonan la idea de una supertasa para la leche y otros productos excedentarios, que pretendía «penalizar» en mayor proporción a los propios agricultores.

La batalla a primera hora de la noche de ayer se centraba en los montantes compensatorios para la RFA y Gran Bretaña y, sobre todo, en la exigencia de Walker de que no se disminuya el subsidio al consumo de mantequilla en el mercado interno inglés. La comisión quería reducirlo en un 25%.