Presentación de una interpretación desmitificadora de la obra del Greco
Una interpretación desmitificadora de la obra del Greco que lo revela como un artista investigador y filósofo en una dimensión que es síntesis del neoplatonismo y el aristotelismo, muy distinta, a la tradicional imagen de pintor religioso, arrebatado, es la principal aportación que destacaron Alfonso E. Pérez Sánchez y Antonio Bonet Correa del estudio conjunto de Agustín Bustamante y Fernando Marías, Las ideas artísticas del Greco. Ambos críticos y especialistas en la historia del arte expresaron esta opinión en la presentación del libro que se celebró el lunes pasado en la sede del Banco Urquijo, entidad promotora de la edición.El estudio de A. Bustamente y F. Marías se basa en un casual y feliz hallazgo realizado en el transcurso de su habitual exploración de archivos en calidad de investigadores: las acotaciones marginales y manuscritas del Greco a un libro de Vitrubio publicado en Venecia, en 1556, que se encuentra en la Biblioteca Nacional.
A partir de la transcripción de dichas anotaciones, redactadas en una «mezcla de italiano y español, y su correspondiente análisis contextual, los coautores del libro explican la originalidad de la teoría artística del Greco y arriesgan una serie de conclusiones, «cuyo aspecto más polémico», explicó Fernando Marías en la presentación, «es la idea de que no era la religión, sino el arte y la estética, la preocupación fundamental del cretense».
La arquitectura como diseño mental
El valor de Las ideas artísticas del Greco como introdución de una nueva promoción de historiadores del arte vinculados a la universidad, fue uno de los puntos que subrayó Alfonso E. Pérez Sánchez. «Ellos representan la continuidad con el pasado y un indicio de lo que puede ser el futuro», dijo. «Por otra parte, este libro es prueba de lo mucho que queda todavía por investigar y conocer y, desde el punto de vista de la edición, constituye una fórmula interesante para la promoción del libro de arte».Antonio Bonet Correa repasó a continuación los puntos esenciales de la obra; «un libro muy rico que requiere una lectura reposada con pluma y papel a mano», comentó.
«La dimensión ideal de una construcción conceptual» reflejada en el pensamiento teórico del Greco fue uno de los temas que trató. «Para el pintor cretense, ser arquitecto exigía, más que construir edificios, la capacidad de diseñar mentalmente la obra imaginada».
«Esta concepción de la arquitectura como un ejgrcicio puramente mental está ligada en el Greco a una visión pesimista de este arte que lo lleva a optar por la superioridad de la pintura, capaz de reproducir incluso las sombras y la oscuridad y cuya creación entraña unas dificultades de rango más elevado que los problemas técnicos que deben superar los arquitectos», senaló Bonet Correa.
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