Los militares turcos descartan un retorno rápido a la democracia

Seis meses después clel golpe de Estado que derrocó al Gobierno conservador de Suleiman Demirel, el actual régimen militar turco no ve factible todavía una vuelta a la democracia antes de transcurrir un «tiempo razonable».En una conferencia de Prensa celebrada en Ankara, medio año después del golpe de Estado del 12 de septiembre de 1980, el primer ministro turco, Bulent Ulusu añadió que la restauración del régimen democrático sólo será posible una vez concluida con éxito la lucha contra el terrorismo.

Justificando las razones del golpe de Estado, Ulusu se refirió a las denuncias que se hacen en el extranjero contra el régimen turco, tales como el funcionamíento de los tribunales de excepción, el uso de la tortura o la «supresión de la nacionalidad» a los opositores instalados en el extranjero o clandestinos.

Rechazó que no existiera independencia judicíal y aseguró que los tribunales de excepción funcionaban antes del golpe y juzgaban a quienes cometían crímenes contra el Estado o el orden democrático.

Respecto a las torturas, reconoció que «algunos incidentes» se habían producido en tal sentido, pero aseguró que los responsables, una vez hallados, serían puestos inmediatamente a disposición judicial.

En relación con la supresión de la nacionalidad, Ulusu afirmó que el tenia «ha sido utilizado por algunos medios en un mal sentido».