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Pesimismo de la oposición salvadoreña ante la oferta de diálogo del presidente Duarte

El presidente salvadoreño, José Napoleón Duarte, que ofreció el martes a los dirigentes revolucionarios garantías para iniciar un diálogo que pueda conducir a la pacificación del país, reiteró su teoría de que esta eventual negociación no incluiría la entrada de los izquierdistas en el Gobierno, sino sólo su participación en el proyecto político de la Junta, que incluye elecciones constituyentes antes de un año y presidenciales para 1983.

Guillermo Ungo, presidente del Frente Democrático Revolucionario (FDR), declaró en Panamá que su organización está dispuesta a dialogar con todos los sectores salvadoreños, incluida la Junta. Añadió que el proceso será largo y se mostró poco optimista sobre los frutos que puedan obtenerse de esta negociación, con un Gobierno que es el más represivo en la historia de su país.Por su parte, el portavoz oficial del Departamento de Estado, William Dyess, dijo que la mediación propuesta por la Internacional Socialista a través de Willy Brandt debe dirigirse al Gobierno salvadoreño, que es el único que puede negociar con los rebeldes. El líder socialdemócrata alemán ha aceptado ya formalmente su misión mediadora.

El presidente de Costa Rica Rodrigo Carazo, opina, por su parte, que debe ser la Organización de Estados Americanos (OEA) quien se encargue de buscar una solución política al conflicto salvadoreño, sin intervención de organizaciones partidistas internacionales, sean éstas socialistas o democristianas.

La propuesta de diálogo de Duarte ha sido efectuada apenas un día después de que el mayor Roberto D'Aubuisson se pronunciase públicamente a favor de un golpe militar para derrocar a los democristianos, a los que acusó de ser la derecha del FDR y de coquetear con los guerrilleros. El presidente salvadoreño anunció el miércoles que se ha dictado orden de busca y captura contra el militar, que ya hace un año intentó un golpe de Estado y al que se considera organizador de las bandas paramilitares.

El Departamento de Estado ha advertido a las autoridades salvadoreñas de que un golpe militar podría hacer cambiar sustancialmente los planes de ayuda estadounidenses, que pasan por un nuevo préstamo de cien millones de dólares (unos 8.300 millones de pesetas). En los mismos términos se ha expresado el nuevo embajador estadounidense, Frederic Chapin, quien señaló que el ametrallamiento de la Embajada norteamericana, ocurrido el miércoles, lleva el sello inequívoco de la ultraderecha.

El Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) se ve forzado cada vez más a mantenerse a la defensiva, aunque realiza algunos sabotajes y asaltos por sorpresa.

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