Mozambique expulsa a cuatro diplomáticos norteamericanos, acusados de espionaje
La decisión de Mozambique de expulsar a cuatro diplomáticos norteamericanos obedece a que uno de ellos «se negó a espiar por cuenta de Cuba», según una versión difundida ayer por el Departamento de Estado en Washington.Horas antes, el Gobierno de Mozambique había hecho público un comunicado en el que se afirmaba que había sido desarticulada «una importante red de espionaje montada por la CIA». El miércoles por la noche las autoridades de Maputo anunciaron la inmediata expulsión de los cuatro funcionarios estadounidenses por «espionaje, subversión e injerencia».
En los días anteriores, el Gobierno había detenido a varias decenas de personas, entre ellas seis portugueses y un paquistaní. Las detenciones y la expulsión de los diplomáticos se han producido un mes después del ataque contra las proximidades de Maputo de un comando surafricano. Las tropas del régimen de Pretoria pretendían la destrucción de un campamento del Congreso Nacional Africano y en su incursión perecieron veinte mozambiqueños.
El ataque surafricano fue el primer incidente serio entre el régimen racista de Africa del Sur y el Gobierno de Mozambique, colonia portuguesa hasta 1975. Fuentes surafricanas dan por seguro que el ataque fue posible gracias a la información suministrada desde Maputo.
La versión del Departamento de Estado señala que la expulsión de sus funcionarios se debe en realidad a tina represalia mozambiqueña por no haber conseguido que uno de los diplomáticos norteamericanos se prestara a pasarse de bando. Según Washington, «dos altos responsables del espionaje cubano», ayudados por mozambiqueños, retuvieron por la fuerza durante cuatro horas a un secretario de embajada, le ofrecieron una fuerte suma de dinero y amenazaron a su familia.
Cuarenta y siete países del Tercer Mundo y del bloque socialista, entre ellos la Unión Soviética y Cuba han presentado en la Asamblea General de la ONU ocho proyectos de resolución sobre Namibia, el vasto territorio ocupado ilegalmente por Suráfrica, en los que se pide al Consejo de Seguridad que se reúna urgentemente para imponer al régimen de Pretoria sanciones internacionales globales y obligatorias.
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