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Entrevista:

Sencillez y claridad, propósitos principales de la literatura de Alvaro Cunqueiro

El escritor gallego repasó su obra literaria en una de sus últimas entrevistas

Pregunta. ¿La poesía es el comienzo de su obra literaria?Respuesta. Mi primer libro recogía poemas en lengua gallega, agrupados bajo el título de Mar ao Norde. La obra estaba escrita con una clara influencia general del grupo poético del 27, en la temática y en la libertad métrica, así como de los surrealistas franceses. A continuación, y también en gallego, escribo otro libro de poemas que era una historia sentimental, con puntos de ironía y una cierta influencia en el juego verbal cercano a Paul Eluard. Más tarde, en 1933, conozco los cancioneros gallego-portugueses de la Edad Media y decido hacer una obra de canciones, titulada Cantiga Nova, que tuvo un gran éxito y también muchos imitadores, hasta el punto de que poetas gallegos de aquel tiempo escribieron cantigas.

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P. ¿Se le puede considerar un iniciador del estilo poético llamado neotrovadorismo?

R. Sí. En cierta manera, descubrí este particular estilo poético, pero al convertirse en una especie de moda, como ocurre en la mayoría de los casos, los imitadores no se hicieron esperar. .

P. ¿Cómo surgió su entrada en la narración?

R. En principio publiqué varios libros de narración en castellano, como El caballero, la muerte y el diablo y Las damas del tiempo pasado. En 1953 me decidí a publicar en gallego mi primer libro en prosa en esta lengua, Merlin y familia, que más tarde fue traducido al castellano. En esta novela presento al mago de Bretaña viviendo en Galicia, donde recibe visitas de gentes de diversos países con objeto de que con sus magias resuelva sus problemas. La obra tiene un profundo carácter irónico.

El libro que ganó el premio de la Crítica de 1958 es la historia de una banda de fantasmas en Bretaña que cuentan su historia trágica, que luego el sochantre recuerda y cuenta a su vez. Es una especie de danza de la muerte tratada con cierta ironía. Otra novela, Las mocedades de Ulises, quieren ser los años de infancia y juventud del héroe de La Odisea. Son viajes en plena mocedad, donde aprende el oficio de la mar y visita las islas griegas. Poco después escribo en gallego otro libro relacionado con la mar, traducido al castellano, como Si el viejo Simbad volviese a las Islas; una recreación de los últimos años de Simbad el marino. En Vida y aventuras de Fanto Fantini, publicada en 1963, trato la historia de un capitán toscano, famoso por sus fugas de las prisiones del siglo XVI. Más tarde aparecen Un hombre que se parecía a Orestes, en 1968, premio Nadal, y El año del cometa, la historia de un soñador que vive como realidad sus propios sueños.

P. ¿Cómo resumiría su estilo literario y el tono predominante de su obra narrativa?

R. Me limito a contar, sencilla y claramente. Narrar por narrar. Entiendo que siempre habrá alguien al que le guste escuchar un cuento, una historia rara o curiosa, y yo, en el fondo, no pretendo más que ser el narrador que él espera. El tono predominante de mis narraciones constituye un conjunto narrativo fantástico, en la línea del realismo mágico. Cada narración se basta a sí misma, y todo lo que en ella acontece se organiza o gira alrededor de un personaje fabulador o con una gran carga mitológica.

P. ¿Qué autores le han influido más?

R. Han influido mucho en mí los clásicos españoles, como fray Antonio de Guevara, el Cervantes de las Novelas ejemplares, y los libros de caballerías, sobre todo Amadís de Gaula. En cuanto a los autores extranjeros, siempre me ha impresionado Shakespeare y varios franceses, como Stendhal y Giono. He sido siempre un gran lector y tengo una memoria deformante, que ni yo mismo me doy cuenta del momento en que una frase mía pueda ser el eco de una frase de otro.

En la conversación con Cunqueiro, el escritor recuerda con especial cariño su primera obra teatral, Don Hamlet, príncipe de Dinamarca, junto con A noite vai como un río, la infortunada historia de una mujer que ve continuamente señales de un amor que nunca llega. Sus últimos poemas, todos en gallego, tratan el destino humano de retratos imaginarios y una reflexión sobre tipos mitológicos o históricos.

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