El grupo Fuxan os Ventos recopila más de mil canciones tradicionales gallegas

Nueve años llevan los componentes del grupo lucense Fuxan os Ventos recopilando el folklore gallego para darlo a conocer y popularizarlo. Las inquietudes culturales de sus diez integrantes les ha llevado a contar en la actualidad con más de mil canciones recogidas por las aldeas, villas y ciudades de todo el país gallego y que tratan, generalmente, de la problemática específica de cada uno de los lugares.

Por esta labor, Fuxan os Ventos se ha convertido en el grupo musical más popular de Galicia. Y la aparición estos días de su último disco Quen a soubera cantar (Quién la supiera cantar) ha representado todo un acontecimiento musical.La labor de recopilación que realiza Fuxan os Ventos se debe, en opinión de sus integrantes, «a la preocupación que todos tenemos por el folklore gallego. Tratamos de recoger este folklore y revivirlo, no resucitarlo porque nunca murió, para dos tipos de personas. Para la gente mayor que lo conoce porque lo vivió, pero que lo tiene olvidado por el bombardeo que padeció, y para los que no tenían ni idea de esa gran riqueza musical. Gali cía tiene una riqueza folklórica increíble y prueba de ello es que aquí vienen investigadores de fuera, mientras los gallegos no nos preocupamos por rescatar lo que es nuestro. Y eso a pesar de que con cada viejo que muere se va un trozo de nuestra cultura ».

El nacimiento del grupo se remonta a 1972, cuando lo que hasta entonces no era más que un pequeño coro decide convertirse en grupo folk, siguiendo la corriente del momento. Los componentes de Folk 72 -así se llamaban-, inician sus actuaciones por la provincia de Lugo hasta que se presentan al Festival de As San Lucas, de Mondoñedo, en donde obtienen el primer puesto con la canción Fuxan os Ventos. El cambio de nombre llega acompañado por una renovación total en las actividades del conjunto, «el llevar la música gallega por todas las aldeas del país». Cinco discos de larga duración han sacado desde entonces al mercado, llegando a batir con alguno de ellos, récords de ventas en Galicia. Al primero, Fuxan os ventos, le siguieron O Tequeletequele, Sementeira, Galicia canta o neno y Chegaremos.

Pero la preocupación de los componentes de Fuxan os Ventos, ha sido siempre la de huir de las formas musicales y la temática ajena a la cultura de Galicia. «Si hoy existe una cultura gallega», aseguraron a EL PAIS, «es gracias a las personas analfabetas que han sabido guardarla, porque la universidad no hizo nada por ella. Y sería necesario iniciar una labor importante de recogida, en la que habría de llegarse a un intercambio de conocimientos, a una implantación en los colegios y a un estudio en profundidad». Pese a ello reconocieron que «la música gallega está mejor que estaba y atraviesa un momento notablemente superior al de hace unos años, cuando sólo existían Voces Ceibes. Hoy sobreviven los que tienen cierta calidad».

Difícil labor

La recopilación de los temas populares es una labor difícil y larga. El colectivo intenta enlazar con aquellas personas que, perdidas en cualquier punto de la geografía gallega, recuerdan todavía las canciones que se cantaban hace años. «Existen piezas realmente increíbles, pero tras grabar los discos la gente nos ve de otra forma y nos resulta difícil convencerla». La mayor parte de su tiempo libre lo pasan, precisamente, dedicados a esta labor. Y ello a pesar de que no es un grupo profesional, ya que la mayoría de sus componentes son maestros rurales. «Nuestro trabajo se centra en la recogida y estudio, no somos investigadores porque nunca sentimos la necesidad de hacerlo. Además, no nos consideramos preparados ».Tras diversos cambios en la composición, Fuxan os Ventos está compuesto, en la actualidad, por Mari Carmen, Teresa Maruxa, Alfonso, Moncho, Xoán, Mero, Mini, Freire y Mato. Su último disco, Quen a soubera cantar, como sus anteriores, recoge temas que ofrecen una visión real de la problemática gallega de hoy y de siempre. «En conjunto, resulta un disco triste, melancólico, pero que está en consonancia con los tiempos que vivimos en Galicia. Está de acuerdo con el desencanto existente a nivel popular y que quedó bien reflejado en los resultados del referéndum de autonomía».