Raúl Morodo: "La Universidad Menéndez Pelayo es un centro progresista abierto a todas las tendencias"
Más de 700 profesores y especialistas participarán en los cursos de este año
«La Universidad Internacional Menéndez Pelayo es fundamentalmente un centro de saber abierto, flexible, pluralista y critico, con unos presupuestos progresistas que pueden actuar como revulsivo de la cultura de este país». Esta es la filosofía que, según el rector del centro, Raúl Morodo, explica que, a los dos años de haber comenzado una nueva etapa, la UIMP haya sido acogida con esperanza en el panorama de la cultura española. Para este año ya se han anunciado más de sesenta cursos, con la participación de setecientos profesores, hombres de letras y profesionales.
Para Raúl Morodo, unido a la universidad española desde hace veinticinco años, es fundamental definir la universidad como un foro abierto de cultura, «como ya lo dijera el rey Juan Carlos en el acto de inauguración del curso académico». Además, para Raúl Morodo, la universidad se debe basar en cuatro supuestos: participación, anticipación, pluralismo ideológico y servicio público. «Tiene, en otras palabras, que modernizarse constantemente de manera crítica y autocrítica».La conciencia anticipatoria implica un adelantarse y saber coordinar las necesidades que se presentan en la sociedad, exige además a la Universidad ser una punta de lanza, un elemento de avance. La universidad debe ser también para Raúl Morodo pluralista y progresista en cuanto que debe acoger todas las tendencias del saber y de la cultura. «A veces se nos ha acusado de inclinarnos en la programación de intervenciones hacia la izquierda. Es normal que pueda dar esta impresión, ya que, históricamente y en estos momentos, hay más intelectuales y creadores de la cultura entre las fuerzas progresistas que de la derecha. De cualquier forma, queremos coadyuvar a la participación de todas las corrientes, y, de hecho, participan al menos todas las principales:».
La Universidad Internacional Menéndez Pelayo tiene además, según explica su rector, una serie de notas características que la distinguen de las universidades convencionales del resto de España. «Desde su fundación, en 1932, ha pretendido -con muchas y varlopintas vicisitudes- situarse dentro de unos esquemas flexibles y atípicos, adaptados a las necesidades y condicionamientos de cada momento histórico concreto. Condicionamientos objetivos que, sin embargo, debido a la propia naturaleza crítica de estudiantes y profesores, no han impedido que se fuese avanzando gradualmente hacia una mayor libertad cultural y académica».
«La Universidad Menéndez Pelayo se caracteriza, en primer lugar, por ser interregional, y dentro de esta idea pretendemos extender los cursos a otras regiones y autonomías del Estado español. Este año, además de la sede principal de verano de Santander, habrá cursos en Toledo, Tenerife, Pontevedra y Sitges. Por otra parte, el carácter internacional de esta universidad le exige que plantee los temas universales y se preocupe también de los aspectos internacionales. En este ámbito, es importante estudiar todo lo relacionado con los problemas de los países, tanto desarrollados como subdesarrollados».
Para Raúl Morodo, existe un desafío planetario que exige estudios y respuestas urgentes, concretas y viables. «La década de los ochenta será clave en este sentido para conseguir unas soluciones que adecuen la universidad a los nuevos tiempos y necesidades sociales. El mundo gastó en 1979 más de 400.000 millones de dólares en educación y 450.000 millones de dólares en armamentos. Estas cifras son peligrosamente elocuentes. Es evidente que la dialéctica educación- guerra debe resolverse progresivamente en favor de la educación, si no queremos desembocar en la autodestrucción y en el fin de toda cultura. Así, la universidad debe coadyuvar a la activa distensión internacional colaborando en el establecimiento de los supuestos teóricos y científicos que permitan viabilizar la consecución de un mundo político justo y libre ».
Una de las características de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo «es también que no imparte una docencia convencional, ya que tanto los cursos que cubren saberes tradicionales como los otros, dedicados al cine, teatro o artes plásticas, son tratados desde una perspectiva no estrictamente sistemática ni académica, en la consideración más rígida de este término».
«Se trata», explica Raúl Morodo, «de un lugar de encuentros con participación de las corrientes más dispares de pensamiento; de un medio de acercamiento y reconciliación cultural nacional, sin olvidar que es un instrumento flexible pero modesto». En ningún caso esta universidad se puede plantear como un intento de suplantación de las universidades convencionales que ya existen en España, sino coadyuvar a este trabajo tradicional y sistemático».
La Universidad Internacional Menéndez Pelayo alcanza el óptimo de funcionamiento los meses comprendidos entre junio y septiembre, pero sus actividades continúan durante todo el año. Para este año se han programado sesenta cursos de diversas materias (desde cocina y nutrición hasta cursos económicos, pasando por otros específicamente culturales). Cerca de setecientos profesores y especialistas en diversas materias participarán en estos cursos reseñados, de los que 45 se celebrarán en Santander y el resto en Toledo, Pontevedra, Tenerife y Sitges.
Dos novedades hay planteadas, además de la extensión de los cursos, dentro de las actividades de este año. Es la puesta en funcionamiento definitivo del Instituto Jurídico Español de Roma y la creación de diversos premios y ayudas para tesis doctorales y tesinas. Además, la Universidad Internacional Menéndez Pelayo está gestionando con el Ministerio de Cultura y el Instituto de Cooperación Iberoamericana la creación conjunta de cinco grandes premios de Humanidades y Artes Plásticas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.