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El mando militar frena temporalmente los arrestos y destituciones

El mando militar ha decidido de momento poner fin a las detenciones, arrestos y destituciones de jefes y oficiales implicados en la rebelión militar que se produjo en la tarde del lunes, tras la ocupación del Congreso de los Diputados por parte de casi doscientos guardias civiles al frente del teniente coronel Tejero, según supo EL PAIS de una alta autoridad del Ejército con mando en la plaza de Madrid. En medios castrenses se afirmaba ayer que son bastantes los jefes y oficiales aún no sancionados que, de forma directa o indirecta, han estado comprometidos en el intento golpista.

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Precisamente en círculos políticos se valoraba positivamente ayer la actitud que, en todo momento, mantuvo en favor del orden constitucional la Policía Nacional, hecho del que no se excluye, con la salvedad de Madrid, a la Guardia Civil. Ambos cuerpos se mantuvieron en todas las provincias españolas al lado de las juntas de seguridad.Por lo que respecta a la Policía Nacional se destaca en estos círculos el papel relevante protagonizado en Madrid por el general inspector de este cuerpo, Sáenz de Santamaría, y por el coronel-jefe de la dotación de Madrid, Alcalá-Gallano, que durante las horas en que permanecieron secuestrados el Gobierno y la totalidad de la Cámara se mantuvieron Firmes al lado del poder civil y en plena colaboración con el director general de la Guardia Civil, Aramburu Topete. El coronel Alcalá-Galiano es padre político del diputado de Unión de Centro Democrático (UCD) por Guadalajara, Luis de Grandes Pascual, que se encontraba también secuestrado por Tejero.

Paisanos ultraderechistas

Sin embargo, uno de los hechos que más llamó la atención y más dudas está creando entre los observadores que ven como únicos protagonistas de la rebelión a hombres de uniforme, ha sido la presencia constante de personas civiles conocidas cerca de los acontecimientos. Este es el caso de hombres como Luis Jaúdenes García de Sola, ex director general de Relaciones Institucionales con Carrero Blanco y una de las personas más representativas de la nueva ultraderecha, y Jesús Barros de Lis. También se sigue especulando con la inminente presencia en el lugar de los hechos del general de la Guardia Civil, en situación de retiro especial, Manuel Prieto, a quien se le vio media hora después del asalto junto a la puerta de acceso al Congreso.

En lo que se refiere a Jáudenes, persona muy vinculada a sectores de la Armada y conocedor de la estructura de Presidencia del Gobierno, que organizó Carrero Blanco cuando ostentaba la jefatura del Ejecutivo con Franco, y Barros de Lis, fuentes socialistas indicaron ayer a un redactor de este periódico que habían sido vistos en el Congreso durante la ocupación. No obstante, tanto Jáudenes como Barros de Lis estuvieron en el hotel Palace, cuando en realidad el acceso a este establecimiento era imposible para personas que no se acreditaran como periodistas o clientes del hotel.

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El general Prieto, en unas declaraciones a Radio Granada, dijo que se trasladó al Congreso acompañando al director general de la Guardia Civil. «Me enteré a través de una llamada telefónica de mi hija desde Granada. Entonces me fui a la Guardia Civil, porque vivo al lado, y el director me dijo que él tampoco lo sabía y que iba a ver lo que ocurría. Yo incorporé mi coche a la comitiva en que él se dirigió al Congreso, de uniforme y con sólo dos guardias de escolta, entrando en el edificio jugándose la vida».

Prieto indicó que discrepaba «del procedimiento, del método y de todo lo que ha hecho el teniente coronel Tejero. Creo que la Guardia Civil en su conjunto, salvo una pequeñísima minoría, opina lo mismo que yo», y añadió que la mayoría de los guardias civiles guiados por Tejero no sabían a qué habían ido al Congreso.

«Doy mi palabra de honor», precisó Prieto, «que el 90% de los guardias fueron reclutados de la siguiente manera: estaba convocada una compañía de guardias del Parque Móvil, sito en la calle de General Mola (Príncipe de Vergara) para pasar revista de armamento. Y entonces apareció el teniente coronel Tejero, no sé en virtud de qué, y les dijo a los guardias: "Hace falta salvar a España. El que quiera salvar a España que dé un paso al frente". La compañía, como un solo hombre, dio un paso al frente. La inmensa mayoría creía que sería ir al País Vasco a pegarse tiros con ETA. Entonces los metieron en unos camiones y autocares y los llevaron al Congreso. Esto se puede asegurar que es lo que ocurrió aproximadamente con el 90%, excepto los oficiales, algunos suboficiales y sólo un 10% de los guardias, que yo creo que sí sabían a lo que iban. El resto no lo sabía».

Sobre el teniente coronel Tejero, el general Prieto dijo: «La impresión que me causó, después de hablar varias veces con él, es que estaba loco, porque lo que hacía y su manera de expresarse eran de locos, pero un loco mesiánico, que creía que estaba cumpliendo una misión en bien de su patria ».

Intento de asaltar instituciones

Según informaciones recogidas ayer por este periódico de fuentes municipales, a las diez de la noche del pasado lunes un oficial del Ejército se puso en contacto con un diputado provincial madrileño, al que conocía con anterioridad, para advertirle que, se mantuvieran alerta, «porque en los proyectos de los golpistas entraba el ocupar inmediatamente el Gobierno Militar, el Ayuntamiento y la Diputación Provincial de Madrid».

Si bien ni el Ayuntamiento ni la Diputación se vieron afectados por esta supuesta medida, sí en cambio parece que estuvo a punto de ser tomado el Gobierno Militar. Por un lado, sobre este aspecto, Diario 16 informaba en su edición de ayer que un coronel de Infantería quiso apresar al general gobernador militar de la plaza de Madrid horas después del asalto del Congreso. Indicaba este periódico que, en torno a las once de la noche del lunes, el coronel de Infantería Ricardo Garchitorena Zalba se presentó en el Gobierno Militar de Madrid, acompañado de dos paisanos armados, al parecer de ideología ultraderechista. Una vez en el despacho del general Allende Salazar, gobernador militar de Madrid, y advertido éste de las intenciones del coronel, sacó la pistola, que puso en el pecho de Garchitorena, y llamó a la Policía Militar. Los asaltantes fueron reducidos y los dos civiles enviados a la policía. EL PAIS supo que el coronel Garchitorena, persona alineada en el sector más reaccionario del Ejército, ha protagonizado algunos incidentes en los últimos tiempos, uno de ellos un intento de agresión a una alta autoridad militar durante el entierro de un jefe del Ejército asesinado por ETAm en Madrid, hecho por el que fue arrestado.

Por otro lado, existe una segunda versión que, por la falta de información oficial al respecto, no ha podido ser, al igual que la otra, confirmada. Señala ésta que un sargento del Ejército, acompañado de dos paisanos, se presentó en elGobierno Militar para poner en conocirniento de la autoridad castrense que tenía a sus órdenes quinientos falangistas dispuestos a apoyar la rebelión y preguntar qué misión se les ordenaba. El cuerpo de guardia decretó el ingreso de estas tres personas en un calabozo. Al Gobierno Militar, durante toda la tarde. acudieron numerososjefes y oficiales, que eran desarmados a su entrada, y posteriormente se dirigían a hablar con el jefe de día de la plaza.

A medida que pasan los días se van conociendo más detalles del intento golpista y de los hechos que se sucedieron en la tarde del lunes. Efe informó que fue un inspector de policía del servicio de escoltas, que se encontraba en la centralita del Congreso, el que anunció que Tejero había mantenido una conversación telefónica con un general de Valencia. También se supo que las tropas que pretendieron ocupar la emisora La Voz de Madrid pertenecían a la Brigada Acorazada, unidad que estaba acuartelada a las 17.15 horas del lunes, una hora antes del asalto al Congreso.

En la Dirección de la Guardia Civil se encuentran arrestados un total de diecisiete jefes y oficiales, que han sido puestos ya a disposición de un juez instructor. También corren la misma suerte varios suboficiales. En concreto, se supo ayer que entre los detenidos se encuentra el coronel del Parque Móvil, al que pertenecen la mayoría de los hombres que secundaron la acción de Tejero, y un cabo apellidado De la Torre, que era el que poseía las llaves de los autocares (propiedad de la mujer de Tejero) que se emplearon para trasladar a los asaltantes.

Paralelamente, se encuentran detenidos el teniente coronel Tejero (Prisión de Alcalá de Henares), el capitán de Navío Meriéndez Vives, que está emparentado con Blas Piñar (una hija de Piñar está casada con un hijo de Menéndez), el comandante Pardo Zancada, que se puso al frente de la unidad móvil de la Policía Militar que se solidarizó con la rebelión, y el capitán Alvarez Arenas,jefe de esta unidad móvil. Los integrantes de la columna de la Policía. Militar permanecen en las instalaciones de Campamento, y los doscientos guardias civiles del asalto, en el colegio de guardias jóvenes de Valdemoro, todos ellos en situación de retención preventiva. El capitán general de Madrid, Quintana Lacacci, será quien designe al juez especial que instruya el sumario del golpe de Estado frustrado.

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