La televisión soviética suspendió la transmisión en directo del discurso de Breznev por la fatiga de éste
Con un discurso realista, el jefe del Estado soviético, Leónidas Breznev, se dirigió ayer en Moscú al 261 Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética. Hizo diversas propuestas para mantener un diálogo «a todos los niveles» con Estados Unidos y una nueva llamada a los países de la OTAN para evitar las armas nucleares estratégicas y de alcance medio. Señaló que la URSS está dispuesta a discutir las cuestiones relacionadas con Afganistán y el golfo Pérsico. Hubo un intento de acercamiento hacia «la nueva política interior de China» y el deseo de mantener buenas relaciones con Irán. Evitó citar la palabra eurocomunismo y subrayó que el PCUS ha estrechado la colaboración con otras fuerzas democráticas y citó al Partido Socialista de España.
Al interrumpir la televisión la transmisión en directo, cuando Leónidas Breznev leía un resumen de¡ informe del Comité Central en la inauguración del 26º Congreso del PCUS, provocó ayer, en Moscú, un clima de expectación, por desconocerse cuáles eran las causas verdaderas para evitar la imagen en directo del jefe del Estado. Horas después, un portavoz oficial quitaba importancia al tema y decía que el secretario general del partido tenía buena salud y había leído el informe durante tres horas y cuarenta minutos, con sólo dos momentos de descanso.La sesión inaugural del 26º Congreso, que coincidía en la fecha que tradicionalmente se celebra en la URSS el Día del Ejército, fue abierta por el ideólogo y miembro del secretariado del Comité Central, Suslov, quien concedió la palabra a Breznev, que presentaba un aspecto saludable, e inició el discurso, del que sólo se retransmitieron en directo siete minutos, con mejor dicción que en ocasiones precedentes. Posteriormente, el locutor Igor Kirilov, con el fondo de una foto fija del Kremlin, resumió los puntos más sobresalientes del informe, cuyo texto total consta de 151 folios a dos espacios.
Carrillo y Berlinguer, ausentes
En el salón de congresos se encontraban, junto a los delegados del PCUS, 123 delegaciones pertenecientes a 109 países. Destaca la presencia de los líderes cubano, Fidel Castro; afgano, Babrak Karmal, y el polaco, Kania. Entre las ausencias más relevantes se notaba la de los eurocomunistas Santiago Carrillo y Enrico Berlinguer, que se han disculpado para no venir a las sesiones del 26º Congreso «debido a los problemas internos que padecen sus respectivos países», según indicó, en conferencia de Prensa, el portavoz del Comité Central, Zamiatin.
El 26º Congreso del PCUS durará hasta el próximo día 3 de marzo. En el transcurso de las sesiones de trabajo se hace balance de los resultados obtenidos en el X Plan Quinquenal y se determinan las previsiones y principales tendencias para el desarrollo social del XI Plan. En su discurso de ayer, si bien Breznev señaló que «las metas fijadas se han alcanzado», la lectura detallada del informe no resulta tan optimista. En los últimos cinco años, la situación internacional ha sufrido un grave deterioro y para buscarle soluciones el jefe del Estado soviético ha hecho determinadas propuestas concretas. Asimismo hizo hincapié en la política económica del PCUS en el período actual, que se concreta en mejorar el nivel de vida del pueblo, para lo cual es necesario perfeccionar los métodos de dirección de la economía. También, en lo político, se habla de perfeccionar los métodos de dirección del partido.
Sucesión política
En los medios occidentales se esperan con gran expectación las posibles importantes conclusiones que tengan lugar como consecuencia del 26º Congreso. Si el año 1956 significó, en el transcurso del 20º Congreso, la desestalinización, llevada a cabo por Jruschov, un cuarto de siglo después puede suponer la consolidación de la breznificación. Existe una expectativa real ante la posibilidad de significativos cambios que den paso a una nueva etapa, que termine con el actual poder gerontológico. Si bien todo «dentro de un orden» y con reconocimiento a la labor realizada en estos años por Breznev, Gromiko, Suslov, Andropov, Kirilenko y Ustinov, como los políticos más destacados, junto al recientemente fallecido Kossiguin, la sucesión de Breznev parece que se realizará con mayor suavidad que en las anteriores etapas históricas de los 63 años de poder soviético.
