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El Parlamento vasco solicita la reanudación de las obras de la central de Lemóniz

El Parlamento vasco acordó ayer -por 42 votos a favor, ninguno en contra y cinco abstenciones- que el Gobierno de Euskadi requiera a la compañía propietaria de la central nuclear de Lemóniz, Iberduero, la inmediata reanudación de las obras. En el texto, presentado por el Partido Nacionalista Vasco y el Partido Socialista de Euskadi, se dice textualmente que la suspensión de las actividades es «consecuencia de un chantaje terrorista que no puede ser admitido en una sociedad que aspira a decidir libremente su futuro». Euskadiko Ezkerra, el único grupo parlamentario que se abstuvo en la votación, dijo: «Este texto favorece a Iberduero y apoya las tesis de ETA Militar».La Cámara vasca, después de acordar un cambio en el orden del día previsto, inició su sesión con una hora de retraso y procedió a discutir una comunicación presentada por el Gobierno vasco en relación a la central nuclear de Lemóniz. El consejero de Industria, Javier García Egotxeaga, presentó ante los diputados, «por indicación explícita del presidente del Gobierno vasco», un texto en el que se instaba a la compañía propietarla de la central nuclear a que reanudase sus actividades, al mismo tiempo que solicitaba un pronunciamiento del Parlamento vasco.

El debate en torno a la conveniencia o no de que la empresa Iberduero reanudase sus actividades dividió al hemiciclo en dos puntos de referencia. PNV. PSOE y PCE, junto con los representantes de UCD y Alianza Popular, abogaron por la reanudación de las obras para hacer frente a ETA, mientras que Euskadiko Ezkerra sostuvo que la paralización hasta la celebración de un referéndum podría ser una buena solución.

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La reanudación de las obras de Lemóniz, considerada la mejor respuesta a ETA

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Inmediatamente después de la presentación del texto del Gobierno vasco ante la Cámara, para solicitar la reanudación de las obras de la central nuclear de Lemóniz, tomó la palabra Juan Infante, portavoz del PCE -que sustituye desde ayer en la Cámara vasca a Roberto Lertxundi-, para explicar su postura favorable a la reanudación de las obras: «Nuestro voto es un voto claro contra la coacción. Esto no significa que apoyemos el funcionamiento de la central. Pedimos un referéndum a plazo fijo, y que sea el pueblo quien decida. Pero se trata ahora de condenar la coacción y el terrorismo ».

En este mismo sentido se expresaría el secretario general del Grupo Parlamentario Socialistas Vascos, Txiki Benegas, quien, además de posicionarse a favor de la inmediata reanudación de las obras de Lemóniz, hizo un llamamiento a los empresarios para que no eludan responsabilidades. «La lucha contra el terrorismo se va a salvar si es que este país tiene alguna salvación, con el esfuerzo de todos. No se puede continuar negociando convenios colectivos con las metralletas encima de la mesa. No se puede continuar dando dinero para que la máquina de la muerte siga funcionando».

Después de que el representante de AP, Florencio Aróstegui, abundase en que el tema principal era no ceder ante el chantaje terrorista, Joaquín Aguinaga, en nombre de UCD, invitó indirectamente al Gobierno vasco a que superase planteamientos ambiguos ante la cuestión energética.

Desconfianza de Euskadiko Ezkerra

Euskadiko Ezkerra, por su parte, se mostró desconfiada ante las «verdaderas intenciones» del Gobierno vasco en presentar con procedimiento de urgencia un texto que obligó al cambio total del orden del día previsto para la sesión de ayer. Javier Olaberri, después de explicar públicamente los contactos que en la misma mañana de ayer habían mantenido los representantes del Gobierno vasco y la empresa Iberduero, dijo que no se creía que el principal motivo de la paralización de las obras de Lemóniz fuese exclusivamente la coacción sentida por los trabajadores. «Iberduero quiere que los antinucleares de Euskadi se posicionen o con Iberduero o con ETA Militar. Y si este Parlamento no entra a fondo en el tema, está haciéndoles el juego».

Olaberri, después de señalar que la falta de credibilidad en el proceso del referéndum se estaba haciendo patente en los sectores antinucleares, abogó por la necesidad de fijar un calendario concreto para la celebración de la consulta. «Si hoy en día hay alguna organización que no desea la consulta de Lemóniz es ETA Militar, como lo ha dicho en más de una ocasión. Es preciso paralizar, investigar, debatir y votar», matizó el dirigente de Euskadiko Ezkerra.

Dada la urgencia con que el Ejecutivo vasco había presentado su comunicación ante la Cámara, los diferentes grupos parlamentarios, después de dos horas de discusión, procedieron a presentar cuatro textos: uno, redactado conjuntamente por PNV y PSOE; otro, entre AP y UCD, que posteriormente sería retirado; un tercero, del PCE, y un último, de EE.

El texto presentado por el PNV y PSOE resultó aprobado por 42 votos a favor, ninguno en contra y cinco abstenciones. La resolución presentada por EE se rechazó por 41 votos en contra, cinco a favor y una abstención. La propuesta del PCE se desestimó por 41 votos en contra, uno a favor y cinco abstenciones.

Fecha para el referéndum

En los dos textos rechazados -el de Euskadiko Ezkerra y el del PCE- se hacía especial mención a la necesidad de concretar una fecha de convocatoria del referéndum sobre la central.

Así, en el texto de EE se dice que el Gobierno vasco debería fijar un calendario preciso sobre el debate público y posterior referéndum. Entre otras cosas, en el texto se requiere a Iberduero y al Gobierno central para que se acepte la decisión popular sobre el futuro de Lemóniz. También se requiere de Iberduero y del Gobierno central que, «con vistas a una garantía de libertad en la elección de nuestro pueblo, procedan a la paralización de las obras en tanto no culmine el proceso».

Por su parte, el texto del PCE contempla una enérgica condena de las coacciones que «están sufriendo los trabajadores de Iberduero y que han provocado la paralización de la central nuclear de Lemóniz».

Después de requerir, en nombre del Gobierno vasco, a la compañía propietaria de la mencionada central nuclear a la inmediata reanudación del trabajo en la misma, «garantizando la seguridad de sus trabajadores», en el texto del PCE se explicita que «el Parlamento vasco se compromete a acelerar los trámites necesarios para la rápida convocatoria de una consulta popular».

Al parecer, en la mañana de ayer el Gobierno vasco comunicó a la Junta de Portavoces del Parlamento su decisión de instar a Iberduero a que reanude las obras de la central de Lemóniz, y solicitó el apoyo de la Cámara vasca a esta decisión.

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